Convertirse en padres es sin dudas un antes y un después en la vida de cualquier hombre. Ya la noticia -especialmente la primera vez- cambia su mundo y empieza a poblarlo de cientos de nuevas historias, algunas muy divertidas que quedan guardadas en el arcón familiar de los recuerdos, y que de tanto en tanto vuelven a salir a la luz, como ahora. Es que en ese tren, Javier Conturzo (músico), Jorge Fuentes (director coral), Leonardo Quiroga (cantante y periodista) y Nano Rodríguez (cantante y conductor) aceptaron el convite de DIARIO DE CUYO para rememorar cómo vivieron aquel momento cuando les dijeron que serían papás por primera vez; y se animaron a compartir con los lectores algunas anécdotas graciosas con sus hijos. 



Jorge Fuentes (32), papá de Joaquín (3) y Olivia (9 meses)


"Abril de 2017, estábamos hace un tiempo pensando en ser padres cuando ¡pum!... '¡Mi amor, estoy embarazada!'. ¡Fue una hermosa noticia! Debo decir que no me asustó, me sentí feliz y con muchas ganas de aceptar el desafío. Hoy luego de algunos años creo que no era consciente del club en el cual me metía", sonríe Jorge al traer de nuevo aquella primera vez, no tan distante en el tiempo. "Con Olivia, mi segunda hija, fue distinto. La estábamos buscando porque debíamos emprender un viaje de estudio al exterior y queríamos hacerlo con dos niños, pero no llegaba. Cuando decidimos dejar de buscar, no intentar ser Dios y querer decidir cuándo deben suceder las cosas y cómo, ¡apareció Olivia! ¡Con una hermosa sonrisa desde el primer día!", recordó el director coral, que no escapa a las delicias de la paternidad. 


"Me tocaba cuidar los niños luego de un abundante almuerzo. Mariana se fue al estudio a dar clases de piano y yo puse una manta en el piso del living para tirarme a jugar con los niños. De repente se generó un vacío en mi memoria y luego me encontré con mi boca abierta y baba sobre la manta, Joaquín saltando en mi espalda y Oli pegándome con un juguete en la cabeza. ¡En fin, cosas que pasan cuando comés mucho y te quedás dormido!'.


Javier Contruzo (46), papá de Paulina Aimé (17), Evelyn Naomi (14), Afra Cecilia (9) y Melody Montserrat (5)

"Eliana: Javi, ¡¡¡estoy embarazada...!!! Yo: Nos casamos o te vienes a vivir conmigo, quiero estar lo más cerca de este proceso". Así fue el día que Javier se enteró que sería papá por primera vez. "Sintiendo miedos e incertidumbre, pasé a un segundo plano instantáneamente, la sensación de un mundo nuevo y mucho amor", describió ese instante que quedó grabado a fuego. Tanto como aquella desesperante búsqueda que ahora le saca una carcajada. "Aún no nacían Afra ni Melody, recuerdo que era cerca del mediodía, no percibíamos la presencia de Evelyn en el hogar, buscamos por toda la casa junto a Eliana y Paulina, que tenía 8 años de edad. La desesperación me abordó en pocos minutos, Paulina llamaba a su hermana, ya con la voz un poco quebrada, lo que me desesperaba aún más. No dimos con ella, Evelyn no aparecía. ¡Salí a la calle con una carga de pensamientos tremenda!, preguntando a cuanto vecino encontraba si habían visto a Evelyn. A los pocos minutos Paulina encontró a Evelyn escondida entre la ropa, ¡y yo ya estaba en la esquina como loco! (risas). Evelyn tenía cuatro años y creo que encontró cierto placer con eso, ya que empezó a repetirlo en los supermercados o tiendas del centro, (risas). ¡Dejó de hacerlo cuando le contamos que nos poníamos muy tristes y nos daba miedo pensar que no la volveríamos a ver!".


Leo Quiroga (36), papá de Hilario (6 meses)

"Tengo grabado en la memoria el día que Romi salió de hacerse el test de embarazo. Me miró con el resultado en la mano y me dijo: 'Estoy embarazada'. Nos quedamos sentados un rato mirándonos y riéndonos, no lo podíamos creer. Fue un momento de felicidad, más allá de que estábamos en medio de la parte más estricta de la cuarentena del año pasado", contó Leonardo sobre ese momento, fresco aún. "Hilario es nuestro primer hijo y fue un regalo en medio de todo lo que nos tocaba atravesar. Todo el embarazo lo pasamos un poco aislados pero el 28 de diciembre nació nuestro bebé y nos cambió la vida, fue como un trampolín energético para emprender muchas cosas", se explayó enamorado de su primogénito, con quien -a pesar de su corta edad- ya tiene sus propias historias de padre e hijo. 


"Desde que se empezó a implementar el hecho de trabajar home office semana por medio, me quedo con Hilario toda la mañana. Mientras trabajo le doy la leche, lo cambio, lo hago dormir y a veces sus gritos se meten en las entrevistas. También lo llevo a los ensayos y es un fanático de la música y del tenis ¡como el papá! Lo gracioso es que la semana que se queda solo conmigo lo visto como a mí me parece y no suelo tener un criterio estético, ¡le pongo lo que venga y la madre cuando llega lo mira y se ríe por las raras combinaciones!".


 Nano Rodríguez (44), papá de Santiago (12) y Bianca (7)

"El día que mi esposa Laura me dijo que estaba embarazada fue una noticia que me revolucionó el corazón", resumió Nano. Eso sí, el escenario no fue el más usual, pero casi de película. "Yo viajaba a Santa Teresita por un compromiso laboral, salía a las 19 hs desde la terminal y justo le habían dado el turno en el médico a mi señora, porque no se sentía bien, ese mismo día a las 17 hs. Entonces me dijo que me fuera a la terminal y apenas saliera iba ella a despedirme. Así fue, pero se hacía la hora de irme y no llegaba, entonces subimos al colectivo. Cuando estaba por partir llegó y me dijo desde abajo que estaba embarazada. Yo no sabía si quedarme, bajarme... fue un click tan grande, fueron todas las sensaciones y sentimientos juntos", se emocionó el cantante, a quien su primer hijo que dio más momentos inolvidables aún. "Mi esposa es contadora y había empezado a trabajar, así que en las mañanas yo me llevaba a mi hijo a las reuniones que tenía. Y llegó el momento en que tuve que cambiar pañal y no tuve mejor idea que hacerlo arriba de la mesa de un café en plena Gral. Acha e Ignacio de la Roza. Era el café de un amigo donde, cuando fue creciendo, con los muchachos le armábamos un corralito con sillas y ahí jugaba; e incluso aprendió a caminar ahí, así que ni él se olvida de esa anécdota", relató.