La novela brasilera “Jesús” se convirtió en lo más visto de la televisión argentina desde que empezó la cuarentena obligatoria, y San Juan no fue la excepción. La megaproducción realizada en 2016 por el multimedio que tiene como financista principal a la Iglesia Universal del Reino de Dios, (ex Pare de Sufrir) ha generado dudas entre los fieles católicos sanjuaninos sobre hechos bíblicos y los históricos textos eclesiásticos.

¿Es bueno ver la novela? ¿Es cierto que la virgen María tuvo más hijos? ¿Puedo ver alterada mi fe si sigo a diario la serie? Son algunas de las preguntas que han recibido los curas católicos sanjuaninos de parte de la comunidad católica.  

El trabajado personaje híbrido que interpreta al diablo en la novela Jesús.

La historia del Mesías que se puede ver diariamente por Telefé, no solo  incorpora relatos fantásticos y personajes de ficción (con un tono muy moderno), sino que también cuenta una historia que muchas veces se separa ampliamente de lo que indican las escrituras en las que se sostiene la Iglesia Católica.

Tres curas de la provincia indicaron que desde que comenzó la novela, aumentaron las consultas sobre si es adecuado ver o no la serie que se emite diariamente y sobre todo si son ciertas las escenas que suceden noche tras noche en la pantalla chica.

El padre Rómulo Campora indicó que muchas mujeres le consultaron sobre el personaje de María, ya que la historia cuenta que tuvo otros hijos aparte de Jesús (más precisamente cinco). “María conserva su virginidad antes, durante y después del parto, hasta su muerte. Las iglesias protestantes niegan la virginidad de María”, comentó Campora. Y profundizó su explicación: “En esa época era común llamar hermanos a las personas que eran acogidas en el seno de una familia, sin necesidad de tener lasos de sangre. Es como cuando en San Juan decimos: “sos mi hermano”, en esa época pasaba lo mismo, eran personas de extrema confianza y que seguían a Jesús, no quiere decir que hayan sido hijos de María”.

Los personajes de María y José.

Otro de los factores que generó polémica en relación a la ficción brasilera es la alteración de la fe católica que puede existir en caso de ver la novela que día a día bate récord de audiencia en la televisión argentina. Sobre este tema opinó el padre Rodrigo Robles: “No sigo la novela porque no veo televisión, pero hablo con la gente y estoy al tanto de las dudas que se generan. Esta ficción plantea toda una situación. Yo animo a verla en caso de que la persona tenga una fe firme, no creo que habría problema. Pero si uno tiene una fe debilitada o está pasando por un mal momento, la persona puede dejarse llevar por la ficción y eso no sería nada bueno”.

 

El cura párroco de la Villa San Damián, también explicó la diferencia de concepto que existe entre la Iglesia Católica y la Iglesia Universal, que en Brasil utiliza su amplio poder económico para evangelizar a través de la televisión y las redes sociales. “Entiendo que esta producción es parte de la Iglesia Pare de Sufrir, que es una iglesia de la prosperidad, donde Dios te bendice si acumulas dinero. Son empresarios que tienen grandes oportunidades económicas que pueden transmitir su forma de ver la fe a través de estas mega producciones”, indicó. Y agregó: “Hace unos años con Moisés pasó lo mismo, pero había más concordancia bíblica, pero con Jesús no existe esto. Nos diferenciamos en eso, nosotros no creemos que alguien es bendecido por tener más dinero. Par nosotros dios bendice siempre, aunque vivas una realidad de pobreza y enfermedad. En esto radica mucho la diferencia entre la iglesia católica y las iglesias de la prosperidad que surgieron durante las últimas décadas”.

 

La gran controversia que se enciende noche tras noche a partir de las 22 horas en los hogares sanjuaninos, encontró apoyo en un cura local. El padre Fabricio Pons, Cura Párroco de Pocito, fue el único que alentó a ver la novela. “Entiendo que hay temas controvertidos y que tiene una mirada diferente en relación a ciertos pasajes bíblicos. Pero creo que es bueno verla porque más allá de las diferencias, habla de Jesús, de María, de los milagros y eso es positivo, porque hay muchas otras ficciones que incluso atentaban contra la existencia del salvador. Creo que es positivo verla, siempre teniendo en cuenta que se trata de una ficción”.

A continuación, la palabra de los tres curas sanjuaninos:

-Padre Rómulo Campora, Párroco de Rodeo (Iglesia)

“Quiero aclarar que no veo la novela. Pero a esta altura de la vida, mucha gente tiene su madurez religiosa formada. Hay cosas que se pueden salvar, he visto fragmentos, se puede salvar la parte histórica, mostrar aspectos nobles de la vida de Jesús, pero para crear errores y susceptibilidades, no recomiendo ver algo que me va a perturbar o llevar a la discusión. Si no se tiene una fe formada, no tiene sentido verla. A veces confunde y todas estas series tienen este sentido: desestabilizar la fe y perturba el corazón de las personas. Si hacemos una relación o una propuesta de fe debemos ir a cosas concretas, claras y ajustarnos a los hechos históricos, no a la ficción. Cuando Jesús manda a evangelizar lo hace en la verdad, no en la mentira. La ideologización de nuestro salvador que no se basa en la verdad, no es buena. En eso el demonio es muy sutil, si voy a evangelizar, lo hago a través de los escritos que contienen la verdad a través de los siglos. Ojo, eso que hacen los que producen la novela no es evangelizar, porque lo hacen a través de hechos no verdaderos. Ellos muestran lo que ellos interpretan de la vida de Jesús, y eso menoscaba la historia y la interpretación de las sagradas escrituras”.

-Padre Fabricio Pons, Párroco de Santa Bárbara (Pocito).

“La gente siempre se siente atraía a conocer más sobre la vida de Jesús y eso creo que es bueno. Al margen de la pandemia, la vida de Jesús tiene un peso independiente, el haber estado más tiempo en casa ha ayudado a que la gente vea la novela, pero es un tema que siempre cautiva. La gente ha venido a preguntar porque hay muchas escenas que ven algo que no suena en el oído de los fieles. No coinciden con lo que ellos saben de la vida de Jesús, sobre sus actitudes, sobre las personas que lo rodean y eso se da porque más allá que siga los evangelios canónicos, hay escenas armadas con documentación probablemente extra bíblica, lo que se conoce como literatura apócrifa. Aunque haya historias que no coincidan, no creo que atenten contra la fe cristiana. La serie es una acción evangelizadora importante. Creo que la finalidad es que el mundo crea en Jesús, hacer reaccionar a la gente para que crea en Jesús, para que tenga una vida de fe y tenga su salvación. Es un aporte bueno más allá de las diferencias. No importa si María tuvo o no más hijos, eso no deja de hacer de María la madre de Jesús, ni deja de hacer de Jesús nuestro salvador”.  

-Padre Rodrigo Robles, Párroco de Villa San Damián (Rawson).

“No veo televisión por una decisión personal, pero no quiere decir que no esté al tanto de lo que se habla en la calle o en las redes sociales. La gente te consulta sobre si está bien o no ver la novela. Me consultaban mucho sobre si efectivamente María había tenido más hijos después de Jesús. Yo animo a ver la serie si se tiene una fe firme. En este caso no habría problema, pero si uno tiene una fe débil o está pasando un momento difícil, puede dejarse llevar por la ficción. Hay que entender que la novela es una ficción, que ha sido generada a partir de una iglesia evangélica, por eso en muchos contenidos no tiene concordancia con bíblica ni teológica desde la creencia católica. Nosotros tenemos tres fuentes fundamentales: la biblia, el magisterio y la tradición (dogmas). Mujeres me dijeron que les ofende la novela porque no les cuenta la historia bíblica, pero  nadie puede prohibir que la vea o salga al aire. Si uno tiene una fe madura no pasa nada. Hace varios años salió el código Da Vinci, ahí también se ofende a la iglesia católica y eso no se pueden admitir. Hay que entender que es una novela, no es un libro histórico real teológico para la salvación. Si uno se pone a verla desde la ficción, es simplemente eso. Pero sus actitudes y formas no tienen que ver con lo que nosotros creemos. Si hay una fe débil donde me puede hacer mal o llevarme a distorsionar mi fe, es recomendable no verla. Si uno se siente ofendido es mejor no verla, porque puede terminar repitiendo errores teológicos.