Siempre convocante. Los espectáculos brindados por la Camerata se caracterizan por su oferta de música clásica y popular, que les ha dado resultado y logran llenar la sala en cada función.

En cada función realizada (una vez al mes) la cantidad de espectadores desborda la capacidad de la sala, debiendo algunos quedarse sin posibilidad de ingresar al recinto. Y en la noche de este último domingo, con la puesta "Vuelve Frank" se repitió la actuación dándoles la oportunidad a unas 600 personas de estar adentro y disfrutar del concierto. Con más de 1.500 espectadores en total y función doble, la presentación de la Camerata, junto a Érica Alonso y Orlando Balmaceda, fue redonda.


Pablo Grossman, primer violinista de la orquesta, cuenta en la intimidad qué sucede detrás de la puesta en escena: "Sabemos que títulos como éste (tributo a Frank Sinatra) son convocantes. Como es una constante que haya gente que se quede afuera, nuestra coordinadora (Mirtha Barceló) sube a la puerta principal y se fija si se dan las condiciones para repetir la función y le avisa a la gente que espere para ingresar. Nos pone muy contentos, porque la medida del éxito de esta temporada está dada por la asistencia del público y por las propuestas musicales de la Camerata", explicó el músico.


Además, agregó que: "El público disfruta de una oferta renovada, fresca, joven y hecha por sanjuaninos. Me sorprende, porque los sanjuaninos la sienten como propia".


Orlando Balmaceda, quien participó como artista invitado para interpretar las canciones de Sinatra, quedó también conmovido por la experiencia: "Fui muy mimado por el público. Actuar así en el auditorio con la orquesta atrás, es un marco hermoso. Me sentí que jugaba en ligas mayores, porque todos nos ovacionaron de pie", comentó el humorista y cantante. Mientras que Érica Alonso, también opinó: "La Camerata me regaló una noche inolvidable. Fue increíble repetir una función y que la gente decida quedarse a esperar para no perderse una segunda actuación, demuestra que hay un público fiel". 


Grossman también destaca el apoyo de técnicos, personal de camarines, acomodadores y sonidistas que trabajan en el auditorio: "Estamos agradecidos por todo lo que se trabaja. Si bien es gratuito para el público, el show es muy costoso montarlo. El esfuerzo no es de uno, sino de todos, no sólo de los músicos. Porque unas 70 personas trabajan en la puesta en escena. Cada miembro aporta al proceso creativo. Es una construcción colectiva y la toma de decisiones es de todos. No se da igual en otras agrupaciones donde un director baja línea. Creo que ofrecemos al público un producto de calidad. Buscamos identidad y apuntamos a la inclusión de autores, artistas e intérpretes locales. Seguimos apostando a esta estética y a nuestra cultura que es lo que nos ha definido siempre", concluyó.


La Camerata tiene el próximo compromiso en el Teatro del Bicentenario en el musical El Gato con Botas (del 13 al 16 de julio) y volverá al Auditorio Victoria (el 27 de agosto) con el espectáculo "Todos al Caribe", que brindará un repertorio de boleros y bachatas, con arreglos de Enzo Pérez, pero todavía no hay solistas confirmados. 

"El público disfruta de una oferta renovada, fresca, joven y hecha por sanjuaninos. Me sorprende, porque los sanjuaninos la sienten como propia", Pablo Grossman.

Dúo brillante. El combo de Orlando Balmaceda y Érica Alonso fue muy aplaudido y dejó satisfechos a todos.
Todos adentro. Unas 600 personas debieron esperar en el foyer la segunda función.