En el inicio del programa, Andrea Politti presentó a Salvador López, un hombre de nacionalidad española que nació en Murcia y que le quería declarar su amor a Liliana, una compañera de baile. Juntos compartían clases de tango, pero lo llamativo de este nuevo nuevo caso de Ojos que no ven es que ya estaban casados, según revelaron varios televidentes en sus respectivas cuentas de Twitter.

"Es una persona que día a día se ha ido haciendo más especial para mi", comenzó diciendo Salvador. "Todo surgió como compañeros que somos de tango y de a poquito me fui enganchando. Tengo miedo a encontrarme con un 'no'", explicó López ante el interrogatorio de la conductora, que siguió adelante con la "falsa" historia amorosa.

Mientras tanto, los televidentes denunciaban en las redes sociales que la relación entre Salvador y Liliana había tenido un final feliz, documentando estas palabras con material fotográfico donde se ve a los "enamorados" ya casados por registro civil en el pasado.

Compartieron horas en las milongas porteñas, pero Salvador se animó a declararle todo lo que siente… una vez más. Liliana sufrió violencia de género en sus experiencias anteriores. Obviamente no hubo sorpresas y en el final del programa, cara a cara, tanto Salvador como Liliana "formaron pareja".

Recordemos que durante la primera semana que comenzó el ciclo, hubo dos historias ficticias. La primera fue la de Gabriela y Alejandro, que simularon reencontrarse después de más de tres décadas cuando en realidad eran pareja hace ocho años. 48 horas después, Melany y Axel, dos amigos de toda la vida, artífices de una historia en la que en teoría ella llegaba al programa para confesarle finalmente su amor.

Sin embargo, otra vez la realidad constató con lo que se intentó mostrar desde la pantalla. Es que si uno iba a la cuenta de Facebook de Melany Sivori, tal su nombre completo, se encontraba con que ya había una relación establecida entre ella y el joven en cuestión.

En definitiva, un engaño más para el televidente en un ciclo que, más allá de las pruebas concretas al respecto, en su momento tuvo que hacer un mea culpa por lo sucedido y aclaró: "Los contenidos de Ojos que no ven son historias de amor reales que viene a contarnos la gente común. Nosotros ponemos todo el programa a disposición para que ese amor se concrete. Cualquier diferencia con la realidad corre por cuenta de quienes vienen a contarnos esas historias".