Pasaron más de 100 días sin mirarse, sin hablarse y sin reunirse. Fue una cuarentena en la que no había más opción que la de asimilar y tratar de soportar el encierro, la incertidumbre, los miedos y las ansiedades personales. Pero la paciencia y las ganas acumuladas por volver tuvieron su recompensa. Aquellos que son asiduos a aprender y estudiar técnicas de expresión corporal o de actuación teatral para múltiples propósitos (artísticos, pedagógicos, terapéuticos o de socialización) sintieron que todo este tiempo fue una eternidad, es cierto, pero lo que ese cúmulo de energía contenida se desató esta semana, fue la "liberación" necesaria para sus mentes y sus cuerpos. El grupo de alumnos del Taller de Teatro de IOPPS regresó a tocar el suelo de ese espacio especial en común que tiene anualmente para sus habituales actividades de formación. Al abrirse la puertas de la sala ubicada en Calle Pedro Echagüe 475 oeste -el primer espacio cultural en aplicar el protocolo sanitario aprobado por el Comité Covid-19 de la provincia- fue un momento de alivio, sentido y manifestado tanto por alumnos y por el profesor. La atmósfera de alegría le ganó al distanciamiento que debía respetarse entre uno y otro alumno, al cumplir con las primeras consignas de la clase: conocerse, entrar en calor y perder la vergüenza.


En esta primera experiencia piloto para poner en funcionamiento las medidas de seguridad sanitarias, se procedió a recibir a los alumnos uno por uno, haciendo los test correspondientes de temperatura corporal, el lavado de manos con alcohol en gel y posicionarse en círculo (siguiendo los carteles indicados en el suelo) para aprovechar el espacio físico lo máximo posible. El cupo permitido por cada grupo son de 15 personas como máximo (los talleres son semanales y funcionan de 18 a 20 hs) y son dirigidos por Marcelo Villanueva Meyer.


Si bien, la sala chica está reacondicionada y adaptada para ser zona sanitaria segura, el trabajo del entrenamiento actoral requiere de actividades en donde se trabaja en gran medida con el cuerpo y aunque todos llevaban puestos sus barbijos, había ocasiones en que algunos necesitaban bajarlo unos centímetros de la zona del cuello, porque se tornaba dificultoso poder respirar o poder emitir sonidos, hablar y gesticular. Tampoco estaba permitido interactuar físicamente, pese a estas limitaciones entendibles, el simple hecho de verse y reconocerse entre pares, ya fue todo un acto significativo. Para el propio profesor Meyer, representó un "volver a empezar'" (un poco recordando la canción de Alejandro Lerner) y efectivamente, así lo sintió: "Tuve que reinventar todas las clases desde cero. Pero esperaba que este momento llegase, ver la respuesta de ellos, me inyectó mucha motivación". Una de las primeras acciones para la clase nivel principiante, fue aprovechar a descontracturarse y desinhibirse mediante juegos grupales con ejercicios corporales. "Aunque todavía no puede haber contacto físico, debo readaptar todos los ejercicios. Pero quiero que los alumnos sientan que hayan trabajado y tener esa primer bocanada de respiro por haber tenido una experiencia artística. La acción que se vive aquí es una primera vez cuando se sale a actuar". Y concluyó: "Que estén los cuerpos presentes, verles las caras de alegría, reírse de sí mismos, es un entusiasmo muy grande que da volver".


FOTOS DANIEL ARIAS

PROTAGONISTAS


Silvana Castro - Docente

 


"Conozco como se dan las clases, me motiva estar aquí con mucha energía y buena onda. Nos divertimos mucho. En cierta manera se van acomodando las actividades y con el aislamiento me costó mucho sobrellevarlo. Aprendí a hacer cosas en casa pero volver a estar presente en las clases, es totalmente diferente. Lo necesitábamos mucho".



Nicolás Becerra - Emprendedor

 


"Estar en contacto con la gente y volver a sentir su energía es algo muy lindo. Acá podemos expresarnos en este ámbito del teatro. Tenemos que volver a entrenar y como pasa con todo, hay que adaptarse a la nueva normalidad. Hay que seguir cuidándonos, cambiarán algunas cosas, pero se rompieron muchas tensiones ahora".



Diego Armas - Profesional Cs. Económicas 

 


"En lo personal necesitaba este espacio, de interactuar con las personas, aunque sin contacto físico y salir del encierro ya es un primer paso. Este tiempo de cuarentena sirvió para replantearse muchas situaciones personales. Es mi primera clase y lo vivo con mucha alegría. Soy coach y el trabajar con grupos es una herramienta muy buena".