Con el corazón en sus manos y lágrimas en sus ojos, Yanina Latorre(50) contó este lunes en Los ángeles de la mañana (El Trece, a las 10.30) su difícil historia de vida producto del alcoholismo que sufría su padre y los esfuerzos de su madre por protegerlas a ella y a su hermana. 

"Mi papá era alcohólico, yo la pasé mal. Mi vida fue un infierno con mi papá alcohólico, pero él no era agresivo. Se fue de mi casa cuando yo tenía 15 años porque lo echó (mi mamá) porque no soportaba más el nivel de alcoholismo de mi padre. Llegó a tomar perfumes del baño a la noche", comenzó diciendo la también mujer de Diego Latorre (49).

Y sobre esa terrible adicción agregó: "Te arruina la vida, arruina una familia, todo". Entonces, la panelista aseguró que su padre "era depresivo" aunque remarcó que "no agredía".

"Las peleas eran porque mi mamá quería sacudirlo, que no tome más. Se tomaba una botella de whisky por noche. Yo no dormía porque escuchaba las agresiones. Me despertaba y ayudaba a llevarlo a papá a la cama. Muchas veces nos despertábamos y estaba haciendo pis en el placard o en la bañadera. Mi mamá pasó un calvario", describió invadida por los recuerdos de su infancia.


 

Entonces, la también contadora y madre de familia recordó uno de los tantos conflictos que había en su hogar: "Todo eso (por el alcohol) te lleva a la impotencia, a no tener sexo. Escuchaba discusiones que no tenía que escuchar para la edad que tenía. Yo iba a un colegio de monjas y ahí la vida de las nenas era muy pareja, pero yo tenía 12 años y escuchaba en mi casa que mis papás no tenían sexo por el alcohol",

Y reconoció: "Mi mamá tuvo unos huevos terribles y lo rajó a mi papá. En ese momento me enojé con ella porque yo le dije 'lo desprotegés'. Pero hoy me doy cuenta de que hizo bien porque se tenía que proteger ella también".

Yanina, además, recordó la muerte de su progenitor. "Mi papá murió joven, siguió siendo alcohólico toda la vida. Le dio un paro cardíaco y se murió, pero tenía el estómago destrozado", dijo al respecto.

Y sumó: "Creo que en el fondo se murió de todo el alcohol que tomó en su vida. No podía vivir sin tomar. A mí me daban ganas de matarlo. Cuando tu papá es tu ídolo y lo ves borracho con cara de idiota te dan ganas de agarrarlo y decirle 'loco, reaccioná'".

"Después lo enfrenté muchas veces. Pero no sané, no lo perdoné a mi papá. El alcohol te destroza la vida. A mí me da mucha lástima mi mamá. Ella no rehízo su vida. El único hombre que la tocó en su vida fue mi papá. Desde los 45, que se fue, nunca más tomó un café con un hombre. Se casó virgen", agregó la panelista.

En ese momento, al borde del llanto y con la emoción a flor de piel, Yanina destacó que "atrás de cada persona hay una historia y después uno es lo que es".


 

En ese sentido, indicó que su madre "es lo más" y que le salvó la vida. "Con muy pocas herramientas, porque es una mujer que no terminó el colegio, que era hija de una gallega que vino en un barco porque mi abuela era mucama, ella a mí me sacó adelante. Yo soy lo que soy gracias a Dora", agregó.

"Ahora que tengo la edad de ella (en aquel momento) y que tengo un marido y tuve...", continuó diciendo hasta que no pudo hablar más de la emoción. "Yo cuando hablo de mi mamá no puedo...", volvió a decir y comenzó a llorar.

"Cuando Diego me metió los cuernos a mí me dolió más por mi vieja que por mí, porque yo quería darle una vida perfecta porque la de ella fue muy imperfecta. Por eso yo estudié tanto, por eso cuido tanto a mis hijos, por eso perdoné a Diego. Yo necesito que mi mamá sea feliz a través mío. Mi hermana es mucho más desprolija que yo", se sinceró.

Además, la columnista de El Trece y Radio Mitre destacó las virtudes de una madre "contenedora" que sacó a sus hijas a flote. "Es tan contenedora que cuando pasó lo que pasaba con mi papá ella nos sacó adelante. Mi mamá tuvo que salir a trabajar a los 12 años para ayudar a mi abuela, por eso tengo tanto respeto por mi vieja. Después se casó con mi papá, que era el sobrino de (Pedro Eugenio) Aramburu, el presidente, una familia muy bien", explicó.

Y cerró con un poco más de aliento y calma en sus palabras: "Mi papá viene de una historia muy pesada, a partir de ahí se hace alcohólico. No era agresivo, solamente tomaba de noche. De día era un ser brillante, le iba muy bien económicamente, un laburante. Nunca se recibió de contador, por eso yo me recibí. Yo cargo con todo el karma de estos dos. Por eso terminé laburando de periodista, porque dije 'algún día voy a elegir'".