Con sus inmensos faroles verdes, cabellera negra espesa y masculinidad escultural, hace 6 años, Alejandro Cupito dejó el anonimato de sus clases de actuación para convertirse en el Susano de confianza de la diva de los teléfonos, en su "Sandro" de la nueva generación, el único que intercambia unas breves palabras con la blonda mientras conduce el ciclo desde su escritorio.

Independizado del hogar paterno, hace unos días cumplió 35 años y los celebró junto a su flamante novia, la vedette Andrea Estévez, la ex Matías Alé que se prepara para arrancar suspiros en la nueva revista de Carmen Barbieri.

Conocido por lucir su tabla de lavar abdominal en campañas de ropa interior, él se cataloga actor. En TV, pasó por tiras como Botineras y Un año para recordar; y en teatro, se prepara para estrenar La Malasangre de Gambaro.

Pero ¿qué será de esos ojitos felinos ahora que Susana amenaza con tomarse un año sabático? En diálogo con DIARIO DE CUYO, Alejandro relató cómo es trabajar junto a ella y sus exigencias fuera de cámara, además de confiar sus proyectos lejos del sillón de la rubia cuando se despida el próximo 15 de diciembre.

- ¿Susano y actor a la vez?

- Pasa que hoy en día lo que garpa es la popularidad.

- ¿O sea que preferís la tele?

- Para ser sincero, se gana más plata en la televisión que con el teatro.

- ¿Cómo es trabajar con Susana? Tenés un trato privilegiado...

- Tenemos buena onda desde hace seis años, claro que no seguidos, porque interrumpí para probar suerte en México.

Tengo un cargo que ninguno había tenido, puedo cargarla y piropearla...En cambio, los demás le tienen mucho respeto y miedo. La tratan como un Dios. Yo, ya dejé eso de lado, a Susana la trato de igual a igual, le cuento chistes y ella responde sin problemas.

- ¿Cómo fue el primer año que te tocó acompañarla al escritorio?

- Tenía un miedo terrible, no podía ni mirarla a los ojos. Ahora, me mando cag...y me cag... de la risa.

- ¿De qué manera entraste en confianza?

- Cuando me llamaron para este año, estaba en duda de aceptar, consideraba que había tenido un crecimiento en lo actoral. Además, el año pasado me habían prometido dos sketches, pero echaron al productor y se pinchó la propuesta, entonces les dije que no quería ser un macetero al lado de Susana. Soy actor, el resto de los chicos no, quería destacarme de alguna forma y hablé con Susana, tengo relación con ella fuera del programa, por encontrarnos en algún que otro evento y cumpleaños.

- ¿Ella te invitó a sus cumpleaños?

- No, pero sí nos vemos fuera del canal.

- ¿Hay peligro de romance?

- Eso es para la televisión, el setenta por ciento de lo que se dice en la tele es mentira.

- Una mentira que muchos utilizan para tener fama...

- Y sí, sería un golpe mediático de una semana, pero nada más. Lo importante en esta carrera es tener una formación para poder mantenerte. Hace diez años estoy en esto y hace doce que estudio teatro, pero viene un Gran Hermano que se cree Marlon Brando y dura tres meses.

- Para ella sos la viva imagen de Sandro...

- Me vio el parecido por las pestañas y la boca...Es más, el año pasado hice fotos para Paparazzi caracterizado de Sandro y ella casi se muere.

- Es exigente...

- Sí, es la que primero llega al canal. Se instala en un camarín especial donde está más tiempo que en su casa, por eso apenas termina se va, a veces, sin cambiarse.

- ¿Se enoja a menudo?

- Enojarse nunca la ví.

- Pero en cámaras se ve molesta cuando los productores le bajan información errónea...

- Ahí sí se enoja porque la que pone la cara es ella, la otra vez vinieron unos patovicas y le mandaron cualquier cosa. En el corte put..., les dice algo así como: "eh loco, investiguen bien" .

- Se dice que el año que viene no va a conducir...

- Eso es lo que se dice, pero creo que va a estar los domingos. Sería una lástima que no estuviera porque cumple 25 años haciendo tele.

- ¿Te halaga o te perjudica que te reconozcan como Susano?

- Prefiero que sea por el nombre, pero es un detalle...