Se reconoce como un laburador. Dice que cometió errores profesionales, y que los pagó. Hace un tiempo disfruta del éxito y es conciente (y bastante esquivo) a los mandatos de la fama y la histeria femenina. Cuando todavía quedan algunos ecos del éxito que fue Valientes -tira que compartió con Mariano Martínez y Gonzalo Heredia- Luciano Castro volvió esta semana a la pantalla chica, y con otro culebrón que ya picó en primera: Herederos de una venganza, la tira del 13 cuyo primer tramo logró imponerse a su rival de Telefé, El Elegido (con Pablo Echarri a la cabeza) en materia de rating. Sin embargo, el actor prefiere priorizar el buen momento de la ficción argentina a los logros individuales.

"La ficción va a recuperar un lugar importante en la TV porque este año los canales tienen previstas cuatro ficciones fortísimas, con muy buenos elencos. Los únicos, que también se verá en El Trece, es una comedia buenísima. La novela de Pablo (Echarri) es una gran rival, la ficción de Carla Peterson y Gastón Pauls va a funcionar muy bien. Por eso este año la ficción recobrará un lugar importante", evaluó Castro en un reportaje concedido a Télam. Y agregó que "hay muy buenos proyectos y la ficción tiene tres horas fijas en el prime time, con muy buenos actores, por eso la gente va a tener para elegir".

Castro vivió en dos etapas de su vida las mieles del suceso masivo y el fanatismo femenino: a los 17 años cuando integraba el equipo de Jugate conmigo y en 2009-2010 con Valientes, cuando cientos de mujeres lo esperaban en la entrada de Pol-ka o en las puertas de los teatros donde realizaron la versión teatral de la tira.

"La fama y el fanatismo femenino te pueden llevar puesto si no estás preparado, aunque todo eso hace al folclore de la tele, pero tenés que estar preparado y no marearte", afirmó.

Para Castro lo que le sucedió en Jugate y en Valientes, tuvo como similitudes, la "histeria, mucha histeria y eso es muy loco, porque cuando despertás pasiones en el público femenino se vuelve incontrolable", describió.

"Respeto al fan que te sigue, te acompaña y a ése le devuelvo el cariño. Pero entre mujeres y hombres hay una diferencia: los hombres te saludan y como mucho te piden un autógrafo, mientras que las chicas te tocan, te acarician, gritan. Es muy loco y fuerte", se explayó.

Sobre la vida en Jugate conmigo -uno de los primeros batacazos de Cris Morena-, Castro recordó que "esa época me llevó un poco puesto y aunque estuve con la gente indicada que me puso en el lugar real inmediatamente y no me dejó despegar los pies de la tierra, se hizo inevitable porque tenía 17 años".

A la distancia reconoció que "si hoy me muestran fotos de ese tiempo, parece que me lo hubieran contado, porque está muy lejos de lo que soy. Siento que cometí errores y los pagué".

Sobre si es partidario de descansar de tanta presencia en la TV, Castro señaló que "me parece bien que el televidente descanse de uno, pero yo soy un laburante y no decido nada".

Consultado sobre la buena química con su partenaire -Romina Gaetani- Luciano reconoció que "le miro todo el día la boca. Tiene muy buena onda y hay mucha química".

"No nos conocíamos y no sabíamos cómo íbamos a trabajar, pero nos va muy bien, nos llevamos bien, y el equipo nos dijo que eso se nota", puntualizó el galán que reniega de ese mote.