Un matrimonio fue arrrestado en la ciudad estadounidense de Indiana, acusados de dejar morir a su hijo de 12 años.

Todo se descubrió cuando el menor, identificado como Eduardo Posso, fue llevado a un hospital local para ser atendido por unos supuestos golpes de la cabeza, tras haberse caído en la bañadera.

Los médicos descubrieron que en realidad, esa lesión era una de las tantas cicatrices y marcas que el chico en su cuerpo y los investigadores, que Luis Posso y su mujer, Dayana Medina Flores, habían "matado de hambre" al chico y lo tenían encerrado en el baño de un motel, atado con un collar de perro que emitía descargas eléctricas.

El testinonio de la hermana de 9 años de Eduardo,  le explicó a la policía local, que el pibe estaba flaco y había dejado de comer y que en sus últimos días, a pesar de su extrema debilidad, le había dicho que "sólo quería hacer malabares y ser libre".

Una autopsia demostró que Eduardo pesaba entre 22 y 25 kilos al momento de su muerte. La policía encontró cadenas, sogas, el collar de perro, candados y cámaras de seguridad en el baño del motel Economy Inn, donde estuvo confinado.

Además, la policía encontró videos de las torturas a Eduardo en los celulares de su padre y su madrastra, en los que se puede ver al chico atado con una cadena a la baranda de la ducha.

En un mensaje de texto, Posso le dijo a Medina Flores en el  que Eduardo "ya casi dejaba las cadenas".