China  protestó por el derribo de su presunto globo espía que volaba sobre Estados Unidos, y acusó este domingo a Washington de "reaccionar de manera claramente desproporcionada" e incurrir en una "grave violación de las prácticas internacionales".

"China expresa su fuerte descontento y protesta contra el uso de la fuerza por parte de Estados Unidos para atacar una aeronave civil no tripulada", dijo la Cancillería china en un comunicado, y añadió que se reservará "el derecho de dar más respuestas".

La nave llevaba varios días volando sobre Estados Unidos, aumentando las tensiones entre Washington y Beijing, antes de ser abatida sobre el Atlántico por un misil disparado desde un avión F-22 el sábado, indicaron funcionarios del Pentágono; y el presidente Joe Biden felicitó a los pilotos.

"La acción deliberada y legal de hoy demuestra que el presidente Biden y su equipo de seguridad nacional siempre darán prioridad a la seguridad del pueblo estadounidense y responderán eficazmente a la inaceptable violación de nuestra soberanía por parte de la República Popular China", dijo el secretario de Defensa, Lloyd Austin.

El globo "era usado por la República Popular de China en un intento por vigilar sitios estratégicos" de Estados Unidos, agregó.

Funcionarios estadounidenses dijeron primero el jueves que estaban rastreando un enorme "globo de vigilancia" chino en el cielo estadounidense.

La noticia llevó al secretario de Estado, Antony Blinken, a cancelar un inusual viaje a Beijing que tenía como fin contener las crecientes tensiones entre ambos países.

Su visita a China habría sido la primera de un secretario de Estado estadounidense desde octubre de 2018 y se habría producido en un momento en el que las dos superpotencias intentan evitar que las tensiones degeneren en un conflicto abierto.

China aseguró más tarde haber pedido a Washington "que manejara apropiadamente la situación de manera calma, profesional y moderada".

Sin embargo, según la nota de hoy de la Cancillería china, Estados Unidos "insistió en el uso de la fuerza" hacia una "aeronave civil no tripulada", lo que el gigante asiático calificó como una reacción "claramente desproporcionada".

"China salvaguardará resueltamente los derechos e intereses legítimos de las empresas afectadas y se reserva el derecho de dar más respuestas de ser necesario", añadió.

"Luego de un análisis minucioso, los comandantes militares estadounidenses determinaron que derribar el globo cuando estaba encima del suelo planteaba un riesgo injustificado para las personas (...) debido al tamaño y la altitud del globo y su carga de vigilancia", declaró el ministro de la Defensa.

Es por ello que el Ejército esperó para poder abatirlo "de forma segura encima de nuestras aguas territoriales, vigilando de cerca su trayecto y actividades de recolección de información".

China admitió el viernes que efectivamente el globo visto sobre Estados Unidos era un dispositivo chino, pero que era "una aeronave civil, utilizada con fines de investigación, principalmente meteorológicos" que debido a los vientos, "se desvió de su trayectoria", según un portavoz de Cancillería.

Además, el Pentágono dijo el viernes que un segundo globo "de vigilancia" chino había sido detectado sobre Latinoamérica.