La Corte Suprema de Estados Unidos le dio un triunfo parcial al presidente Donald Trump, al permitir una aplicación acotada del decreto migratorio que impuso una veda de 90 días al ingreso de ciudadanos de seis países de mayoría musulmana y suspendió el programa de refugiados.
 

El máximo tribunal permitió que el decreto, conocido como "Prohibición Musulmana", se aplicara para personas que no tuvieran ningún vínculo "de buena fe" con el país, es decir, que no pudieran probar de manera "creíble" una relación con una persona o entidad en el país.
 

Los ciudadanos de Irán, Siria, Sudán, Yemen, Libia y Somalia "con una afirmación creíble de una relación de buena fe con una persona o entidad en los Estados Unidos" podrán ingresar al país, según el dictamen del tribunal con el que anunció que tomará el caso.
 

La Corte escuchará en una audiencia en octubre los argumentos del gobierno federal y de los abogados de las organizaciones civiles y de los gobiernos estatales que buscaron frenar el controvertido decreto de Trump en la Justicia. Luego, el tribunal decidirá si la medida es constitucional o no, y si permite su supervivencia.
 

"La decisión unánime de la Corte Suprema es una clara victoria para nuestra seguridad nacional. Como presidente, no puedo permitir que ingrese gente en nuestro país que nos quieren hacer daño", dijo Trump en un comunicado difudido por la Casa Blanca.