Estados Unidos, 25 de noviembre.-El predominio anglosajón es fuerte en esta lista encabezada por Edimburgo, la Capital de Escocia, y seguida por Dublín y Londres, en ese orden. La legendaria San Petersburgo ocupa el 5º lugar, precedida por París.

Con uno de los más grandes festivales literarios del mundo -convoca a 800 autores y más de 200.000 visitantes por año-, Edimburgo se lleva la palma en esta calificación. La ciudad escocesa puede ufanarse de haber inspirado a más de 500 autores clásicos, entre ellos el poeta Robert Burns (siglo XVIII), y los contemporáneos, Ian Rankin y Alexander McCall Smith. También fue la cuna de Sir Walter Scott (Ivanhoe, Rob Roy) y de Robert Louis Stevenson, autor de La Isla del tesoro y de El extraño caso del Dr Jekyll y Mr Hyde. El Museo de Escritores de Edimburgo organiza regularmente exposiciones dedicadas a escritores de renombre del mundo entero. Estas y otras actividades contribuyen a crear la atmósfera literaria que justifica este primer puesto, según el National Geographic Traveler.

En cuanto a Dublin, la revista sostiene que en la capital irlandesa el mundo literario es tan celebrado como la cerveza Guinness. Un paseo obligado es el tour por las tabernas en las cuales James Joyce y otros escritores encontraron inspiración. Y tragos. Se dice que Jonathan Swift, el autor de Los viajes de Gulliver (1726), era habitué de The Brazen Head. También en esta ciudad hay un Museo de Escritores que homenajea su tradición literaria, enraizada en la poesía irlandesa y en las leyendas celtas.

Si bien en esta lista ocupa un segundo puesto, para la Unesco, Dublin es la ciudad de la Literatura. Un premio Nobel por cada millón de habitantes es el récord que le valió este reconocimiento. Cada 16 de junio se celebra allí el Bloomsday en honor de James Joyce todos los 16 de junio. Ese día, se hace un recorrido por la ciudad similar al de Leopold Bloom en la novela Ulises.

Los sitios literarios de la capital inglesa son incontables. Numerosas excursiones temáticas permiten, por ejemplo, conocer el Londres de Shakespeare o el de Dickens. Y hasta un itinerario "Sherlock Holmes". También un paseo con parada en el Dukes Bar, donde Ian Fleming consumía martinis entre uno y otro episodio de James Bond.

La inclusión de París en esta lista no debe sorprender a nadie, considerando que por años fue la meca de escritores de todo el mundo. La ciudad abunda en sitios de atmósfera literaria, desde el café Les Deux Magots, en el Barrio Latino, frecuentado por Ernest Hemingway, Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, hasta el Cementerio de Père Lachaise donde descansan los restos de Oscar Wilde, pasando por los museos dedicados a escritores como Víctor Hugo y Honoré de Balzac.

Finalmente, San Petersburgo, la ciudad barroca y neoclásica de Rusia, alberga escenarios literarios más oscuros. Fue, entre otras cosas, escenario de las tramas oprimentes de las novelas de Fiodor Dostoievski -como Crimen y castigo- que pasó allí sus últimos años y cuya residencia puede visitarse. El Museo y memorial Aleksandr Pushkin, evoca al escritor fallecido prematuramente a los 37 años, por las heridas recibidas en un duelo. El Café Literario fue el lugar donde cenó por última vez.