Con susto y lejos de lo que pronosticaban las encuestas que le anticipaban un triunfo con una diferencia del al menos 5 puntos de ventaja. Así, el líder del Partido de los Trabajadores de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, ganó ayer el balotaje con un ajustado 50,83% de los votos contra el 49,17% del actual presidente, Jair Bolsonaro, con el 98,81% del escrutinio. Es decir, la Presidencia de Brasil se definió a favor de Lula con una ventaja de 1,66%.

Fue un final para el infarto en una elección dramática que reinstala en el poder a la izquierda y convierte a Lula Da Silva en el primer presidente de la historia democrática de Brasil en ser elegido para un tercer mandato al frente de la segunda mayor economía de América Latina y principal socio comercial de Argentina. Un triunfo ajustado que se festeja como propio en la coalición de Gobierno de Argentina que se mira en ese espejo para encarar con un plus la campaña electoral 2023.

Una avanzada de funcionarios y ministros argentinos viajaron para acompañar a Lula y el presidente Alberto Fernández, y la Vicepresidenta, Cristina Kirchner, celebraron la conquista del extrabajador metalúrgico de 77 años que vuelve al poder en Brasil tras haber estado 580 días presos tras una condena de 9 años acusado de corrupción.

El escrutinio tuvo final abierto hasta casi el epílogo con una pelea voto a voto que recién se definió cuando el escrutinio pasó el 90%. La diferencia en votos es de 1,9 millones a favor de Lula, para un total de 156 millones de electores.

El dato más destacado del día es que Lula tomará las riendas del poder de Brasil en un país ultra polarizado, dividido a la mitad; con un Congreso en contra y con el principal estado del país (San Pablo), por primera vez en manos del bolsonarismo que ayer ganó la segunda vuelta electoral para dirimir gobernador. Además, sobresale la apatía de un electorado que se abstuvo de votar en un 20,55%. Se trata de una cifra gigante si se considera que Da Silva ganó el balotaje con una ventaja de 1,6% sobre el actual presidente de ultraderecha, Jair Bolsonaro.

Fue la segunda vuelta electoral más reñida de la historia del gigante latinoamericano.

Minutos después de confirmarse la victoria, Lula, de 77 años, utilizó sus redes sociales para publicar la palabra "Democracia", junto a una foto en la que se ve su mano y la bandera de Brasil.

El líder del Partido de los Trabajadores (PT) salió en la noche de su casa en la zona oeste de Sao Paulo para hacer un pronunciamiento.

La fiesta de Río. Una multitud descomunal ocupó las calles principales de Río de Janeiro para dar rienda suelta a su alegría por el triunfo de Lula.

Vestido con camisa azul de jean, Lula viajaba en un automóvil blindado hacia hotel Intercontinental, donde está montado su bunker para luego festejar en la Avenida Paulista.

"Esta elección no define solo un modelo de país, sino que define un modelo de vida para los brasileños", sostuvo ayer después de votar cerca de San Pablo, en la misma escuela donde se votó a sí mismo por primera vez para presidente en 1989.

"Por eso, es la elección más importante de mi vida, por un proyecto para que la democracia sea vencedora", agregó.

El veterano líder de izquierda abogó por relanzar el proceso de integración sudamericana y latinoamericana, reforzando el Mercosur y recomponiendo a la Unasur para poder negociar con las grandes potencias en pie de mayor igualdad.

Convertido en "pai dos pobres" (como le decían a Getulio Vargas) después de sus dos mandatos presidenciales (2003-10), Lula sacó de la miseria a más de 36 millones de brasileños y creó 22 millones de empleos, con salarios por encima de la inflación.

Bolsonaro, de 67 años y en el poder desde 2019, se presentó como el paladín de los valores familiares tradicionales, opuesto al aborto, al matrimonio igualitario y a la educación sexual integral.

CFK felicitó a Lula y agradeció al pueblo

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner felicitó ayer al presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, por su triunfo en el balotaje ante el actual mandatario Jair Bolsonaro.

"Hoy más que nunca, amor y mucha felicidad. Gracias pueblo del Brasil. Gracias compañero Lula por devolverle la alegría y la esperanza a nuestra América del Sur", posteó en su cuenta de Twitter.

La Vicepresidenta acompañó el breve texto con dos fotos que reflejan su vínculo histórico con el líder del PT: en la primera se la ve junto a Néstor Kirchner y el propio Lula dándose los tres la mano en Olivos; la otra foto la muestra junto a Lula durante la última visita del brasileño a la Argentina. Pese a la alegría, la titular del Senado no viajó anoche a Brasil para acompañar personalmente a Lula.