La creciente cantidad de inmigrantes de Túnez que llegan a Italia despertó ayer un mayor clima de preocupación entre ambas naciones. Por un lado, el ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, pidió una "convocatoria urgente" del Consejo Europeo para "lograr una estrategia" en la lucha contra la inmigración. A su vez, las autoridades de Túnez rechazaron cualquier intervención en sus asuntos internos y aseguraron que el Ejército ya actúa para controlar la salida de emigrantes ilegales.

Italia decretó este fin de semana el "estado de emergencia\' luego de que unos 5.000 tunecinos desembarcaron en la isla italiana de Lampedusa, a 138 kilómetros de Túnez. Es por esto que el gobierno italiano pidió la autorización del país norafricano, para enviar la policía a Túnez y evitar así la salida de inmigrantes. Ante esto, el gobierno tunecino acusó a Italia de infringir su soberanía.

En este marco, el ministerio de Asuntos Exteriores tunecino denunció "cualquier injerencia" en los asuntos internos del país, aunque dijo estar dispuesto a "cooperar" para frenar el éxodo.

El ejército, con el apoyo de los guardacostas, estableció un centro de control en el puerto y bloquean las rutas que suelen tomar los inmigrantes hacia Italia. Según informó la agencia oficial TAP, el Ejército tunecino, ayudado por pescadores y la guardia nacional consiguió evitar varios intentos de zarpar hacia las costas de Lampedusa.

Túnez de esta forma enfrenta su primera crisis diplomática, un mes después de que una revuelta popular derribara al régimen de Zine El Abidine Ben Alí, tras 24 años de poder. Desde la salida de Ben Alí, el Gobierno interino ha tratado en vano dar pasos hacia la estabilidad. Por esta razón los viajeros buscan ingresar a Europa en búsqueda de un trabajo.

Es más para ayudar a salir de la crisis y para promover la organización de una conferencia internacional sobre reformas políticas y económicas, la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, anunció ayer que concederá una ayuda inmediata de 17 millones de euros; y otra de 258 millones de euros de aquí hasta 2013. También buscan concederle a Túnez un "estatuto avanzado" de asociación con la UE.

Por otra parte, el titular de Interior italiano explicó que han preparado una petición en la que solicita a la Comisión Europea que se destinen 100 millones de euros para afrontar la emergencia y un nuevo papel operativo del Frontex, la agencia de las fronteras, para que disponga de medios propios para controlar los límites fronterizos.

Asimismo, señaló que solicitan que se defina un sistema único de asilo a nivel europeo antes de 2012 y que se diseñen programas regionales de asistencia con la colaboración del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados.

Maroni explicó que ha pedido al Ejecutivo que se destinen 200 militares más a las tareas de control de las instalaciones donde se ha alojado a los inmigrantes. En este marco los italianos esperan que hoy el Parlamento Europeo debata una respuesta conjunta de la UE, para frenar el éxodo masivo de indocumentados.

En relación a la inmigración, varios representantes de países europeos también se vieron preocupados por la situación que afecta a Túnez y a Italia. Por ejemplo, desde Berlín, la canciller alemana, Angela Merkel, advirtió que "no todos los que no quieren vivir en Túnez pueden venir a Europa". Sin embrago también rechazó la propuesta de Italia de enviar efectivos para combatir la inmigración.