Brasil, 21 de enero.- A los 467 millones de dólares destinados días atrás para la reconstrucción de las ciudades más afectadas por la catástrofe hoy se sumaron otros 239 millones de dólares, informó la Agencia Brasileña de Comunicación.

Los nuevos recursos serán destinados fundamentalmente para que empresas y microempresas de los municipios en donde se decretó el estado de calamidad pública puedan recibir préstamos para contar con capital de giro para recomenzar sus actividades.

Los préstamos, con intereses especiales, serán adquiridos a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), precisó la agencia de noticias DPA.

Además, el Departamento Nacional de Infraestructura de Transportes (Dnit) aumentó de 47,6 a 89,2 millones de dólares la previsión de gastos para obras en las zonas devastadas, según el director general del organismo, Luiz Antonio Pagot.

"Estamos preparándonos para la fase de reconstrucción.

Necesitamos reconstruir puentes y contener laderas", explicó Pagot.

El directivo dijo que los trabajos de reconstrucción todavía no han comenzado porque se está actuando aún en el rescate de víctimas y en la desobstrucción de las vías de acceso a los lugares afectados, tarea que, se estima, concluirá en unos 180 días.

Hasta el momento han sido notificadas oficialmente 777 muertes y al menos 400 desaparecidos.

Para hacer frente a la crítica situación, las autoridades federales, provinciales y municipales continúan anunciando medidas destinadas a paliar las consecuencias y evitar que nuevas tragedias similares ocurran en el futuro.

En el morro do Borel, zona norte de Río de Janeiro, donde están situadas 990 de las 18.000 viviendas levantadas en áreas de riesgo, se inauguró hoy un sistema de sirenas de alerta contra lluvias fuertes.

Un mapeo realizado por la prefectura identificó 117 comunidades que viven en esas áreas, de las cuales 60 recibirán las sirenas en los próximos dos meses.

Además, el sistema incluye 2.000 agentes comunitarios que reciben alertas sobre la inminencia de lluvias.

En tanto, el gobierno de Río de Janeiro anunció la creación de una red de vigilancia de áreas de riesgo, que comenzará a funcionar en un año y que contará con dos radares meteorológicos para detectar la aproximación de tempestades y sensores para la medición de los niveles de los ríos, con hasta 12 horas de anticipación.

Además, el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, anunció un programa de alquiler social que prevé la liberación de unos 23.800 millones de dólares para ayudar a pagar el alquiler a las familias que perdieron sus viviendas en el desastre.

Desde el pasado 12 de enero, los trabajos de búsqueda y rescate de víctimas continúan de manera ininterrumpida, aunque la tarea se ve dificultada por la cantidad de escombros y lodo que cubrió la región y bajo la cual yacen vehículos, viviendas, plazas y personas.