Los rebeldes que desafían el poder de Muamar Kadafi en Libia, comenzaron a mostrar ayer un quiebre ante la posibilidad de un eventual pacto con el líder africano para su salida del Gobierno y del país sin ser perseguido judicialmente. Mientras tanto, las fuerzas kadafistas mantienen acorralados a los rebeldes en Ras Lanuf con intensos bombardeos y ataques de artillería pesada. Ante la escalada de la contraofensiva oficialista, decenas de familias acentuaban el éxodo rumbo a Túnez.

La cúpula rebelde dejó entrever sus primeras diferencias con su máximo dirigente, Mustafa Abdelyalil, sobre una eventual negociación para que el coronel Kadafi abandone el país a cambio de no ser perseguido por la Justicia.

El miembro del consejo de información del Consejo Nacional de Transición Interino (CNTR), Bara al Jatib, declaró ayer que si Kadafi dejaba Libia, el consejo estaba dispuesto a renunciar a la emisión de cualquier orden judicial en su contra.

Al Jatib confirmaba así, que el régimen había entablado conversaciones sobre esa cuestión con los líderes rebeldes. Sin embargo, a media mañana, el vicepresidente y portavoz del CNTR, Abdelhafiz Ghoga, tras hablar con varios miembros del consejo y evidentemente airado, decidía, sin previo anuncio, dirigirse a la gente que en ese momento se encontraba en la plaza de los Juzgados de Bengasi, donde se encuentra la sede de la administración opositora, para desmentir las supuestas negociaciones.

"No hay diálogo y no hay nada llamado salida segura del país", disparó Ghoga.

Victoreado por los concentrados en la plaza bajo la lluvia, Ghoga subrayó: "No daremos marcha atrás, no hay rendición. No hay diálogo" y se preguntó: ¿Quién va a permitir (a Kadafi) una salida segura?

No obstante, una hora antes de la comparecencia de Ghoga ante la prensa, Mustafa Abdelyalil, mostraba su disposición a renunciar a la persecución judicial de Kadafi si este abandona el país en las próximas 72 horas.

El consejo no ha ofrecido ni ha presentado ninguna iniciativa, ni pretende presentar ninguna, ni entablar un diálogo de ese tipo porque la situación está clara para el consejo: las exigencias de nuestra revolución, de la revolución de nuestro pueblo son claras, nosotros no dialogamos", respondía Ghoga en la rueda de prensa minutos después.

El desencuentro entre la cúpula rebelde se blanqueó en momentos críticos para la resistencia. Ayer, por tercer día consecutivo los bombardeos de la Fuerza Aérea, a la que se sumaron los ataques con tanques, mantuvieron acorraladas a las milicias rebeldes en la defensa del puerto petrolero de Ras Lanuf, a unos 350 kilómetros al este de la ciudad libia de Bengasi.

Las consecuencias de los ataques gadafistas, además de las bajas, fueron la evacuación y éxodo de los habitantes de esta terminal petrolera que tiene capacidad para exportar más de 200.000 barriles diarios.

Al menos 20 heridos, algunos con graves amputaciones ingresaron al hospital que de seguir este ritmo de combates se verá colapsado en una ciudad que desde el domingo no cuenta con electricidad ni teléfono.