En una misa de Gallo marcada por la pandemia, el Papa llamó a no caer en el desánimo
La homilía fue sólo ante unas 150 personas, todas con barbijo. Se trata de un número limitadísimo, ya que lo normal es unas 7000.
La homilía fue sólo ante unas 150 personas, todas con barbijo. Se trata de un número limitadísimo, ya que lo normal es unas 7000.
En una misa de Gallo marcada a fuego por la pandemia de coronavirus -que obligó a Italia a volver a ser una "zona roja" a nivel nacional, es decir, a un confinamiento total y a unas Fiestas totalmente acotadas-, el Papa llamó hoy a todos los cristianos a no caer en el desánimo, a confiar en Dios y a no temer "no salir del túnel de la prueba".
Dos horas antes de lo normal debido al toque de queda vigente en el país -que implica que nadie puede estar circulando después de las 22- y solo ante unas 150 personas, todas con barbijo -un número limitadísimo, ya que lo normal es unas 7000-, Francisco presidió una de las principales misas del año desde el Altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro, en directa televisiva mundial y por streaming en redes sociales, la nueva modalidad impuesta por la pandemia.
"A menudo se oye decir que la mayor alegría de la vida es el nacimiento de un hijo. Es algo extraordinario, que lo cambia todo, que pone en movimiento energías impensables y nos hace superar la fatiga, la incomodidad y las noches de insomnio, porque trae una felicidad indescriptible, ante la cual ya nada pesa. La Navidad es así: el nacimiento de Jesús es la novedad que cada año nos permite nacer interiormente de nuevo y encontrar en Él la fuerza para afrontar cada prueba", dijo el exarzobispo de Buenos Aires al principio de su sermón, que giró en torno del significado de la Navidad.
"Dios viene al mundo como hijo para hacernos hijos de Dios. ¡Qué regalo tan maravilloso! Hoy Dios nos asombra y nos dice a cada uno: 'Tú eres una maravilla'. Hermana, hermano, no te desanimes. ¿Estás tentado de sentirte fuera de lugar? Dios te dice: 'No, ¡tú eres mi hijo!". ¿Tienes la sensación de no lograrlo, miedo de no estar a la altura, temor de no salir del túnel de la prueba? Dios te dice: 'Ten valor, yo estoy contigo'. No te lo dice con palabras, sino haciéndote hijo como tú y por ti, para recordarte cuál es el punto de partida para que empieces de nuevo: reconocerte como hijo de Dios, como hija de Dios", aseguró. "Este es el corazón indestructible de nuestra esperanza, el núcleo candente que sostiene la existencia: más allá de nuestras cualidades y de nuestros defectos, más fuerte que las heridas y los fracasos del pasado, que los miedos y la preocupación por el futuro, se encuentra esta verdad: somos hijos amados. Y el amor de Dios por nosotros no depende y no dependerá nunca de nosotros: es amor gratuito, pura gracia", explicó.
Luego de recordar el "amor incansable" de Dios, "que no cambia, sino que nos cambia" y que "sólo el amor de Jesús transforma la vida, sana las heridas más profundas y nos libera de los círculos viciosos de la insatisfacción, de la ira y de la lamentación", el papa Francisco reflexionó acerca de por qué Jesús nació en la noche, sin alojamiento digno, en la pobreza y el rechazo, cuando merecía nacer como el rey más grande en el más hermoso de los palacios. "¿Por qué? Para hacernos entender hasta qué punto ama nuestra condición humana: hasta el punto de tocar con su amor concreto nuestra peor miseria. El Hijo de Dios nació descartado para decirnos que toda persona descartada es un hijo de Dios. Vino al mundo como un niño viene al mundo, débil y frágil, para que podamos acoger nuestras fragilidades con ternura. Y para descubrir algo importante: como en Belén, también con nosotros Dios quiere hacer grandes cosas a través de nuestra pobreza. Puso toda nuestra salvación en el pesebre de un establo y no tiene miedo a nuestra pobreza", afirmó.
Subrayó después que el "niño en el pesebre" es un signo para guiarnos en la vida. "Dios está en el pesebre recordándonos que lo necesitamos para vivir, como el pan para comer. Necesitamos dejarnos atravesar por su amor gratuito, incansable, concreto", indicó. "Cuántas veces en cambio, hambrientos de entretenimiento, éxito y mundanidad, alimentamos nuestras vidas con comidas que no sacian y dejan un vacío dentro. Es verdad: insaciables de poseer, nos lanzamos a tantos pesebres de vanidad, olvidando el pesebre de Belén", lamentó, al agregar que "ese pesebre, pobre en todo y rico de amor, nos enseña que el alimento de la vida es dejarse amar por Dios y amar a los demás". "Jesús nos da el ejemplo: Él, el Verbo de Dios, es un infante; no habla, pero da la vida. Nosotros, en cambio, hablamos mucho, pero a menudo somos analfabetos de bondad", dijo.
En este sentido, tras recordar que quien tiene un niño pequeño sabe cuánto amor y paciencia se necesitan, finalmente Francisco abogó por los más necesitados, la gran prioridad de su pontificado. "Dios nació niño para alentarnos a cuidar de los demás. Su llanto tierno nos hace comprender lo inútiles que son nuestros muchos caprichos. Su amor indefenso, que nos desarma, nos recuerda que el tiempo que tenemos no es para autocompadecernos, sino para consolar las lágrimas de los que sufren. Dios viene a habitar entre nosotros, pobre y necesitado, para decirnos que sirviendo a los pobres lo amaremos", subrayó.
Fuente: La Nación
Los lectores pueden acceder a las noticias más importantes.
Sebastián Sosa, Brian Cufré, José Florentín y Abiel Osorio siguen implicados en la investigación
Los demandantes presentaron una solicitud confidencial, que ahora salió a la luz a pedido del Gobierno.
El sujeto se encontraba con un grupo de jóvenes al momento de cometer el abuso sexual.
[VIDEO] “Todavía estamos recabando detalles sobre el terreno”, dijo un portavoz del Departamento de Policía local
La Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEME) representa a 41 compañías, pero cada laboratorio asociado ejercerá la facultad de adherir individualmente a la iniciativa.
Su nombre es Mayco Núñez. Realizó el diseño con medidas casi exactas y sueña con que pueda llevarse a cabo.
“¿Por qué quieren tocar el tipo de cambio?”, preguntó en el encuentro que se produce todos los años en la ciudad de Bariloche.