El papa Francisco defendió hoy, a su llegada a Iquique, al obispo de Osorno, Juan Barros, acusado de encubrir abusos sexuales a menores.

"El día que me traigan una prueba voy a hablar", dijo el sumo pontífice a "Radio Bío Bío", un medio local. 

El pontífice agregó que “no hay una sola prueba en contra, todo es calumnia”.

Qué dijo el obispo

El obispo de Osorno, Juan Barros, acusado por presunto encubrimiento de abusos en la Iglesia será parte este jueves de la misa que el Papa celebrará en Iquique, pese a la polémica que desató su presencia en la gira de Francisco por Santiago y Temuco.

Recién llegado a la región de Tarapacá, Barros aseguró que Francisco le entregó su apoyo. "El Papa me dio palabras de ánimo. Fueorn palabras muy lindas de apoyo. Las palabras específicas me las guardo en el corazón", dijo en el aeropuerto de la ciudad según publica ADN Radio.

A su llegada a Iquique, manifestó: "Participar de esto es lo más grande y eso es lo que prima". Y consultado por los periodistas respecto a la acusación que pesa sobre él, enfatizó: "Dejen de molestar".   

"El Santo Padre siempre ha sido conmigo muy cariñoso y apoyador. Y a uno como hijo de la Iglesia lo alegra, fortalece", agregó.

Barros fue discípulo de Fernando Karadima, un cura de gran influencia en la iglesia chilena, que formó medio centenar de sacerdotes hasta que fue suspendido por la Justicia vaticana de por vida en 2010 tras desvelarse que abusó sexualmente de niños y jóvenes cuando era el titular de la parroquia "El Bosque".

Este miércoles, en Temuco, el cuestionado obispo negó haber sido testigo de los abusos.

"He dicho muchas veces que no he sido testigo de eso (abusos de Karadima). Les pido que me dejen tranquilo", manifestó.