Miami, acorralada por el agua. La intensa lluvia y las peligrosas marejadas comenzaron a inundar la ciudad que luce desierta por la evacuación forzada de 6,3 millones de habitantes.

El huracán Irma azotó ayer con vientos de 195 km por hora y ráfagas superiores a los 200 km/h a distintas localidades del oeste de la península de Florida, provocando la muerte de al menos tres personas, fuertes inundaciones y la declaración de "desastre natural" por parte del gobierno federal.

Se calcula también que las intensas lluvias y las poderosas ráfagas de viento dejaron sin electricidad a 2,5 millones de personas en Florida -un 27% del total- luego que tocara tierra por primera vez por la mañana en los Cayos, el extremo sureste de EEUU. Antes golpeó Cuba dejando a La Habana con el agua a la cintura.

Miles de personas están en refugios en distintos puntos de Florida.

La Habana, desbordada. La capital de Cuba muestra el embate del huracán Irma. El agua entró a las casas. Los vecinos trepan a los techos o se refugian en las ventanas altas de los edificios. 


Hasta ahora las autoridades sólo han confirmado la muerte de tres personas en accidentes de tráfico relacionados con el paso del ciclón, uno de ellos en los Cayos, pero se teme que la cifra aumente una vez las condiciones meteorológicas permitan el trabajo de los equipos de socorro.


Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró ayer la situación de ‘gran desastre‘ en Florida y Puerto Rico y ordenó ayuda federal para la recuperación de la isla tras el paso del potente huracán.


Por otra parte, en Fort Lauderdale, Florida, la Policía arrestó a nueve personas por saquear varias tiendas, entre ellas dos de ropa y calzado deportivo, gracias a una grabación del canal 10 de televisión. También cayeron dos grandes grúas de construcción, aunque sin dejar heridos, y el tejado de un edificio se desprendió por los fuertes vientos.


Las grúas habían sido ya un motivo de preocupación en los días previos al huracán, pero las autoridades decidieron no retirar las alrededor de 25 que hay en la ciudad porque no había tiempo suficiente.


En su boletín de las 18 hora argentina, el Centro Nacional de Huracanes informó que Irma bajó a categoría 2, pero advirtió por las ‘peligrosas marejadas ciclónicas que se generarán inmediatamente después de que el ojo del huracán Irma pase a lo largo de la costa oeste de Florida‘. 


Esto indicaría que la parte más intensa del huracán ha quedado atrás, pero Irma aún presenta vientos máximos sostenidos unas 110 millas por hora (175 km/h). De todos modos, a su paso deja una crisis humanitaria.


Las fuertes lluvias podrían dejar acumulaciones de agua de hasta 635 milímetros en los Cayos y de hasta 508 en el sur de la península. En la costa oeste los preparativos se extienden desde Fort Myers hasta Tampa, donde se temen olas de hasta 4,5 metros de altura, mientras que en la zona oriental de la península las autoridades impusieron un toque de queda en Miami hasta hoy a las 10.
La parte norte del ojo del huracán Irma, la que lleva los vientos más intensos, alcanzó por la mañana al archipiélago de Cayos Bajos del estado de Florida luego de haber dejado otros 30 muertos y cuantiosos daños materiales en países del Caribe, donde tocó tierra en Cuba como huracán de categoría 5, con vientos de unos 257 km por hora.


En Cuba, el emblemático Malecón de La Habana lucía una inundación furiosa y destrozos cuantiosos, en tanto, los cayos de la costa norte sufrieron graves daños materiales, en especial la infraestructura hotelera y el ‘pedraplén‘, la carretera que une estos islotes con tierra firme. Por su parte, el Gobierno argentino anunció ayer que 68 ciudadanos damnificados por el huracán Irma en la isla de San Martín fueron trasladados hasta Punta Cana (República Dominicana) y 9 a la Isla Guadalupe (México) desde donde regresarán a Argentina.
 

El nacimiento de Tormenta
 

Una mujer de los Cayos de Florida recibió, días antes de su fecha de parto, la mala noticia de que un poderoso huracán se dirigía hacia su casa, informó Miami Herald.


La mujer embarazada huyó a Miami-Dade, donde parió a una niña el jueves en el hospital baptista en Kendall, cuando el condado se preparaba para la tormenta. Nombró a su hija Nayiri Storm (Nayiri Tormenta). El sábado, la nueva madre fue dada de alta y la policía de Miami-Dade la acompañó a ella y a Nayiri al hotel para esperar el paso de Irma. El departamento policial publicó una foto de la madre sonriente sosteniendo a su bebé. ‘¡Bienvenida al mundo de Nayiri Storm!‘, escribieron las autoridades.