Raúl Gutiérrez Sánchez, el cubano capturado por la Policía y señalado por la Fiscalía de planear un atentado terrorista en Bogotá, habría proyectado otras acciones violentas  en  Argentina. La información fue publicada por el Diario El Tiempo  de Colombia.

En uno de dos allanamientos, la Fiscalía incautó un celular en el que se hallaron conversaciones en las que el extranjero habla de que después de atentar en el norte de Bogotá contra ciudadanos estadounidenses, viajaría a Buenos Aires a replicar sus acciones.

De hecho, en la investigación aparecen textos en los que el cubano dice que va a intentar tramitar la nacionalidad colombiana para moverse más fácil por la región.


El fiscal general, Néstor Humberto Martínez, dijo que la investigación corresponde a un caso de seguridad nacional. “Hemos prevenido una actividad terrorista (...) el terrorismo internacional es una amenaza global y por eso estamos articuladas todas las autoridades del mundo”, precisó desde Yopal, Casanare.



La Fiscalía señaló que el cubano recibió 904 dólares –más de 2 millones y medio de pesos–, que serían para comprar los componentes para la fabricación casera de un artefacto explosivo.



La orden del pago, según la investigación, la dio un hombre de apellido Mohanad, la misma persona que lo habría instruido en la elaboración de los explosivos. 


Así lo dijo la fiscal primera de la Unidad Contra el Crimen Organizado, en la audiencia en la que pidió que el capturado fuera enviado a una cárcel. 

El juez del caso acogió la petición al considerar que el detenido era un peligro para la sociedad y que “estando en la cárcel no se corre el riesgo de que abandone el país y no asista al proceso por no tener arraigo”. 



El dinero girado al cubano, explicó la fiscal, fue transferido en una operación por internet por un ‘hacker’ español. 
 

Según el ente investigador, del 29 de enero al 13 de marzo de este año, Gutiérrez tuvo conversaciones frecuentes con personas, al parecer, miembros de una organización terrorista internacional. Entre las conversaciones aparece una persona identificada como Francisco Quintana, que vive en Argentina y nunca ha estado en Bogotá.



En las evidencias se halló rastro de instrucciones para la compra de una olla, de tornillos y puntillas. “Porque para matar a 20 personas se necesita una olla grande y llena de pólvora. Después le enseña como se instala un detonador”, señaló el juez del caso al referirse a las evidencias destapadas por la Fiscalía.

Según la investigación, el detenido se comunicaba vía Telegram con grupos extremistas islámicos. "Su objetivo era dar muerte a ciudadanos norteamericanos para dar fuerza a grupos extremistas religiosos", dijo la fiscal al pedir que el cubano sea enviado a prisión mientras se surte el proceso en su contra. 


La Policía española dijo a través de un comunicado que se les avisó a las autoridades colombianas del comportamiento del extranjero, “inmerso en un profundo proceso de adoctrinamiento y que había experimentado una progresiva radicalización. Su aspecto físico había sufrido una transformación en los últimos meses para aparecer con vestimenta asociada a una estética radical llegando a incluir la palabra yihadista en su nombre de usuario en redes sociales”.