Un grupo de soldados y una ambulancia llegaron en la madrugada del jueves a la escuela Enrique Rébsamen, en el sur de la Ciudad de México, mientras rescatistas no mermaban esfuerzos para tratar de rescatar a la pequeña que quedó atrapada bajo los escombros tras el sismo de 7,1 grados que remeció el martes el centro de México y dejó al menos 230 muertos.

El médico Alfredo Vega salió caminando desde el frente de la escuela donde trabajaban los rescatistas para preguntar por familiares de la niña. "El servicio médico se está preparando porque van a salir los niños", aseguró.

"Sabemos de una niña que nos consta que está viva, y ella nos hace ver que tiene (cerca) a otros niños con vida. Pero a nosotros no nos consta la cantidad. Queremos manejar la información con mucha cautela", dijo por su parte el almirante José Luis Vergara, oficial mayor de la Secretaría, en declaraciones a Milenio Televisión.

Vergara, quien supervisa las labores de rescate en las ruinas del Colegio Enrique Rébsamen, expuso que los rescatistas, bajo el mando de la Semar, tuvieron que cambiar la estrategia para acercarse a la niña, quien se ha convertido en símbolo de los esfuerzos por hallar sobrevivientes.

En un principio la nena había sido identificada como Frida Sofía, pero luego se constató que ninguna alumna lleva ese nombre. Medios mexicanos expicaron, ante la confusión, que ese es el nombre por el cual la rescatista la llama y ella responde, pero desconocen su real nombre. 

"Tuvimos que cambiar la estrategia para hacer unos cortes, toda vez que el tiempo se nos viene encima, y esperemos que en poco tiempo podamos estar rescatando a la niña y a quienes estén con ella", apuntó el militar. "Ya estamos muy cerca de llegar al rescate", enfatizó.

Detalló que los trabajadores ahora están tratando de llegar a la menor desde arriba después de romper una losa, si bien se mantiene otro acceso desde donde también procuran alcanzarla. "Todo indica que el corte que hicimos en la losa es lo que nos va a dar acceso de forma inmediata", abundó.

Precisó que los rescatistas están unos tres metros y medio por encima de Frida, quien se encuentra bajo una mesa de granito "y todo indica que eso le salvó la vida".

El oficial indicó que no se ha tenido contacto visual con la niña, sino solo infrarrojo y acústico "con la voz de ella".

Destacó que los trabajos para rescatar a la menor, así como a los demás sobrevivientes no se van a detener ya que las víctimas pasan en este momento su segunda noche bajo los escombros y el tiempo apremia para poder sacarlas con vida.

La lluvia sobre amplios sectores de la capital complicaba aún más los rescates, pero se siguió trabajando con escaners térmicos mientras valientes rescatistas se sumergían en estrechos boquetes de metros de largo cavados en la pila de escombros.