Florida, 9 de marzo.-El Discovery es el más antiguo de los tres transbordadores que quedan de la flota de los Estados Unidos y el que ostenta además el historial más prestigioso.

El Columbia, el primer transbordador que voló (en abril de 1981), fue destruido en un accidente en febrero de 2003 en el que murieron siete astronautas. Y el Challenger, el segundo transbordador que hizo vuelos orbitales a partir de abril de 1983, explotó 73 segundos después de despegar en enero de 1986. En ese accidente murieron siete astronautas, entre ellas una maestra de escuela.

El Discovery es el siguiente en antigüedad. Fue lanzado por primera vez el 30 de agosto de 1984 y acumuló la mayor cantidad de vuelos que cualquier otra nave espacial (352).

Aterrizó este miércoles en Florida con seis astronautas abordo, al término de una exitosa misión de 13 días en las que instaló un nuevo módulo y un robot humanoide.

La nave ha dado la vuelta a la Tierra 5.628 veces, a 28.000 Km/hora, y ha recorrido cerca de 230 millones de kilómetros, lo que equivale a viajar ida y vuelta de la Tierra a la Luna 288 veces.

A lo largo de sus viajes transportó más astronautas que ninguna otra nave (246), entre ellos, a la primera mujer que piloteó un transbordador, Eileen Collins, y a la persona más anciana en ir al espacio: el ex senador John Glenn, quien entonces tenía 77 años.

El Discovery también fue la primera nave espacial estadounidense que transportó a un cosmonauta ruso, Serguei Krikalev, en febrero de 1994. Y también fue la primera que llevó (en 1985) a un legislador estadounidense al espacio exterior, el senador de Utah Jake Garn.

La puesta en órbita del Hubble en 1990, el primer telescopio espacial que revolucionó la astronomía, fue uno de los momentos históricos más importantes para el Discovery. También fue el primer transbordador espacial que capturó un satélite para conducirlo de regreso a la Tierra.

Otro de los títulos que conserva es el de ser el único transbordador que ha visitado dos estaciones espaciales: viajó a la estación MIR, puesta en órbita por la ex Unión Soviética en 1986 y que fue desmantelada y precipitada en el océano en 2001, y luego la ISS, en cuya construcción ha colaborado enormemente.