El papa Francisco descartó las informaciones que apuntan a que planea renunciar en un futuro próximo, afirmando que está en camino de visitar Canadá este mes y que espera para poder ir a Rusia y a Ucrania lo antes posible.

En una entrevista exclusiva a la agencia de noticias Reuters, el pontífice desmintió los rumores de que tenía cáncer. Los medios de comunicación han rumoreado que una conjunción de eventos a finales de agosto, incluyendo reuniones con los cardenales para discutir una nueva constitución del Vaticano y una visita a la ciudad italiana de L'Aquila, podría presagiar un anuncio de renuncia.

L'Aquila está asociada al Papa Celestino V, quien renunció al papado en 1294. El papa Benedicto XVI visitó la ciudad cuatro años antes de dimitir en 2013, siendo el primer Papa en hacerlo en unos 600 años.

Pero Francisco, atento y relajado durante toda la entrevista en el Vaticano se rió de la idea. "Todas estas coincidencias hicieron que algunos pensaran que la misma liturgia ocurriría", dijo a Philip Pullella, corresponsal senior de Reuters para Italia y el Vaticano. "Pero nunca se me pasó por la cabeza. De momento, no, de momento, no. De verdad", agregó Francisco

Sin embargo, Francisco repitió su posición de que podría dimitir algún día si el deterioro de su salud le imposibilitara dirigir la Iglesia, algo casi impensable antes de Benedicto XVI. Cuando se le preguntó cuándo creía que podría ocurrir, dijo: "No lo sabemos. Dios lo dirá".

Cuando Pulella le preguntó cómo estaba, el Papa bromeó: "¡Sigo vivo!". Dio detalles de su lesión por primera vez en público, diciendo que había sufrido "una pequeña fractura" en la rodilla cuando dio un paso en falso mientras un ligamento estaba inflamado.

"Estoy bien, poco a poco voy mejorando", dijo, añadiendo que la zona de la fractura estaba mejorando, ayudada por la terapia con láser e imanes.

Francisco también desestimó los rumores que se le hubiera detectado un cáncer hace un año, cuando se sometió a una operación de seis horas para extirparle parte del colon a causa de una diverticulitis.

"(La operación) fue un gran éxito", dijo, añadiendo entre risas que "no me dijeron nada" sobre el supuesto cáncer, que descartó como "chismes de palacio".

Pero dijo que no quería operarse la rodilla porque la anestesia general de la operación del año pasado había tenido efectos secundarios negativos.

"Me gustaría ir (a Ucrania) y quería ir primero a Moscú (Rusia). Intercambiamos mensajes al respecto, porque pensé que si el presidente ruso me daba una pequeña ventana para servir a la causa de la paz".

"Después de volver de Canadá (a fin de mes), es posible que consiga ir a Ucrania", dijo Jorge Bergoglio, de 85 años.