La tensión entre Estados Unidos e Irán escaló ayer a niveles preocupantes para el mundo que teme venir una nueva guerra en el Golfo Pérsico. Anoche, el gobierno de Teherán lanzó al menos 10 misiles contra dos bases militares estadounidense en Irak como represalia por el asesinato de su general Qasem Soleimani, informaron la Guardia Revolucionaria y la televisión estatal iraníes.


Se trata de misiles balísticos, según informó el Pentágono. 


La Casa Blanca, en tanto, informó que el presidente Donald Trump se encuentra siguiendo las noticias sobre el ataque aéreo. "Somos conscientes de los informes de ataques contra instalaciones estadounidenses en Irak. El Presidente ha sido informado y está monitoreando la situación de cerca y consultando con su equipo de seguridad nacional", expresó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham.


Anoche, al cierre de esta edición, no se había informado sobre víctimas tras el ataque ni de una respuesta militar de EEUU.


Una de las bases atacadas es la de Ain Al Asad, en el oeste del país que alberga a unos 1500 uniformados. La otra base atacada está en Irbil, en el Kurdistán iraquí. 


La televisora Irinn confirmó el lanzamiento de 10 misiles tierra-tierra contra la base militar norteamericana Al Assad en Irak y detalló que el nombre de la operación es "Mártir Qasem Soleimani".


"Los valientes soldados de la unidad aeroespacial de IRGC (Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, grupo de elite de las fuerzas armadas iraníes) lanzaron un ataque exitoso con decenas de misiles balísticos en la base militar de Al Assad en nombre del mártir general Qasem Soleimani", indicó un comunicado de esa organización militar difundido por un corresponsal del New York Times.


El ataque es la primera represalia conocida por la muerte de Soleimani, ocurrida el jueves pasado en Bagdad, durante un bombardeo aéreo de tropas norteamericanas.


Teherán ha amenazado con "respuestas aún más devastadoras" en caso de un nuevo ataque de Washington. Los primeros informes dan cuenta de que fueron más de una docena de proyectiles los que impactaron la base, que se encuentra a poco más de 200 kilómetros de Bagdad, de acuerdo con el Pentágono. 


En Irak hay al menos 6.000 soldados estadounidenses y es el quinto país de Oriente Próximo con más tropas solo detrás de Afganistán, Catar, Kuwait y Bahréin. Tras la escalada de tensiones en los últimos días, el Pentágono anunció que enviará 3.500 tropas a la región para apuntalar los puestos estadounidenses. 


Más temprano, el gobierno de Irak sostuvo que la salida del país de las fuerzas extranjeras "es la única solución" para frenar la escalada de tensión y dejó al desnudo los intentos, hasta ahora poco eficaces, de EEUU de mantener unida a su coalición en ese país árabe.
Tras enunciar una serie de amenazas, el secretario de Defensa de EEUU, Mark Esper, aseguró que Washington estaba buscando "una solución diplomática" y que estaba dispuesto a "un diálogo sin condiciones previas", si Irán se compromete a poner fin a sus "acciones malignas en la región" y a "terminar este derrame de sangre". 


Por su parte, la OTAN anunció que "reposicionará" temporalmente a parte de su personal en Irak a diferentes zonas dentro y fuera del país, y horas después, sus tropas comenzaron a abandonar la llamada Zona Verde de Bagdad, la más segura de la capital. 


Una fuente de la OTAN le informó al diario The Washington Post que, además, cancelaron todas las operaciones de entrenamiento a las tropas locales, una de las principales funciones de la coalición militar en el país. En paralelo, Alemania, Canadá, Croacia y Eslovaquia informaron que trasladarán a sus militares a Kuwait y Jordania. Reino Unido, por su parte, decidió trasladar su personal en Bagdad a Taji, un poco más al Norte.

La operación ha sido bautizada, según la televisión iraní, como "mártir Soleimani".

Un giro de Trump

El presidente de EEUU, Donald Trump, descartó ayer, antes del ataque a una base en Irak que planee sacar próximamente a las tropas estadounidenses de Irak y retiró su amenaza de atacar objetivos culturales iraníes, al comprometerse a "obedecer las leyes" internacionales en ese sentido. "En algún momento queremos salir (de Irak), pero éste no es el momento adecuado", subrayó Trump.

Caos y 50 muertos

Más de 50 personas murieron en una estampida ayer durante el funeral en la ciudad de Kerman del comandante Qasem Soleimaní, cuyo asesinato por EEUU llevó al Parlamento iraní a designar al Pentágono grupo terrorista. La tragedia, cuyas causas exactas se desconocen, se produjo cuando cientos de miles de personas daban su último adiós al comandante de la Fuerza Quds, originario de Kerman, en el sur de Irán.