Buenos Aires, 18 de marzo.- Siete camiones de bomberos comenzaron a disparar 50 toneladas de agua sobre la pileta donde se alojan las barras de combustible del reactor 3, después de que este jueves helicópteros de las Fuerzas Aéreas arrojaran hasta 64 toneladas de agua para intentar controlar la temperatura del reactor que más preocupa a las autoridades.

Se trata de una misión sin precedentes, según el portavoz de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, Yukiya Amano, para enfriar el reactor, al tiempo que se intenta reactivar la energía eléctrica con cables externos para ayudar al sistema de refrigeración.

Desde que el pasado viernes Japón se vio sacudido por un terremoto y el posterior tsunami, se perdió todo el suministro eléctrico interior y exterior en los reactores de la central.

Al fallar los sistemas de refrigeración, los reactores comenzaron a calentarse y empezó la pesadilla de Fukushima.

Los camiones se acercan por turnos al reactor en intervalos de cinco a diez minutos y lo rocían con agua durante varios segundos, antes de alejarse de nuevo para dar paso a la siguiente ronda.

Además el Departamento de Bomberos de Tokio está preparado para participar en la misión en la planta de Fukushima con 30 camiones capaces de descargar grandes cantidades de agua a lugares altos y unos 140 bomberos de élite, especialistas en rescate, están también listos para actuar.