El primer ministro británico, Boris Johnson, infectado de coronavirus, se mantuvo estable en su primer día en terapia intensiva, con oxígeno pero sin estar conectado a un respirador, mientras el país registró un nuevo récord de 786 muertos por el virus en las últimas 24 horas. El último balance oficial reportó un total de 6.159 muertos y más de 55.200 casos de infectados, con alrededor de 3.000 casos nuevos en las últimas 24 horas, un conjunto de cifras que, pese a su contundencia, fueron interpretadas con optimismo por el gobierno. El principal asesor científico del gobierno, Patrick Vallance aseguró que es posible que el Reino Unido esté comenzando a aplanar la curva de la epidemia, según explicó en la sesión informativa diaria que compartió con el ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, quien quedó a cargo del Ejecutivo británico mientras Johnson continúe en el hospital.

Las autoridades hicieron este anuncio optimista luego que el vocero de Boris Johnson informara a la prensa que el primer ministro se encontraba estable, que no fue diagnosticado con neumonía y que no estaba conectado a un respirador, a pesar de haber sido internado en terapia intensiva por síntomas persistentes de coronavirus.

El premier, el primer jefe de gobierno con un caso conocido de coronavirus en el mundo, pasó la noche en terapia intensiva en el Hospital Saint Thomas de Londres, después que sus síntomas de la enfermedad causada por el virus empeoraran y tuviera dificultades para respirar. Mientras esté allí, Raab asumirá el control operativo.

En tanto, el jefe de gabinete, Michael Gove, anunció que él también deberá aislarse ya que un miembro de su familia desarrolló síntomas de coronavirus, aunque él se encuentra bien y seguirá trabajando desde su casa. Gove es el último de una serie de miembros del gabinete que entró en aislamiento: el premier Johnson, el ministro de Salud Matt Hancock, el principal asesor médico del gobierno, Chris Whitty, y el asesor del primer ministro, Dominic Cummings.

A su vez, la novia del primer ministro Carrie Symonds, que está embarazada de su primer hijo, informó el fin de semana que está "en vías de recuperación" después después de mostrar síntomas. La reina Isabel II envió un mensaje a la familia de Johnson y a Symonds, para comunicarles que está pensando en ellos y que les desea una "pronta y rápida recuperación".