Buenos Aires, 27 de noviembre.- La oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos envió un comunicado repudiando "enérgicamente" el fusilamiento de cuatro prisioneros a manos de los narcoterroristas. El Papa expresó su "dolor" por los hechos y reclamó el fin de la violencia.

La ONU condenó los asesinatos de las FARC y su "total desprecio por la vida". "Estos asesinatos atroces reflejan una terrible falta de humanidad y un desprecio total por la vida. Merecen el repudio más fuerte y provocan una profunda tristeza por el inmenso sufrimiento de los secuestrados y sus familias", afirma en el comunicado Christian Salazar, representante de la oficina de la ONU en Colombia.

"Estos hechos irracionales no son una práctica aislada o esporádica. Son crímenes de guerra que podrían constituir crímenes de lesa humanidad. Son el producto de la deshumanización progresiva del conflicto armado interno", agregó.

Durante la jornada de ayer, fueron encontrados en el departamento colombiano de Caquetá los cadáveres de cuatro rehenes de la narcoguerrilla de las FARC, el sargento del Ejército Libio Martínez, el coronel de la Policía Édgar Yesid Duarte, el teniente de la Policía Elkin Hernández y el teniente de la Policía Álvaro Moreno, quienes se encontraban en cautiverio hace más de una década y fueron fusilados como venganza por la muerte de Alfonso Cano, líder de la FARC, a comienzos del mes.

El comunicado de la ONU también expresa "su más profunda y sentida solidaridad con las familias de las personas asesinadas" y pidió a las FARC que "de manera inmediata y sin condiciones liberen a todas las personas secuestradas y que cesen todos los actos violatorios del derecho internacional humanitario", a la vez que llaman a la búsqueda "de una solución pacífica al conflicto armado que asegure una paz sostenible y duradera al pueblo colombiano, con pleno respeto de los derechos de las víctimas y de los derechos humanos".