El despliegue militar ruso en Bielorrusia y en la frontera con Ucrania representa un "momento peligroso" para la seguridad de Europa, advirtió ayer en Bruselas el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg.

"Este es un momento peligroso para la seguridad europea. Vamos a defender y proteger a todos nuestros aliados", dijo Stoltenberg en una rueda de prensa junto al primer ministro británico, Boris Johnson.

De acuerdo con Stoltenberg, "una nueva agresión de Rusia (contra Ucrania) traerá consigo un fortalecimiento de la presencia de la OTAN, no una disminución". "Estamos monitoreando de cerca el despliegue de Rusia en Bielorrusia, que es el mayor desde el final de la Guerra Fría", añadió.

Stoltenberg y Johnson alertaron que la OTAN se aprestaba a desplegar más fuerzas en sus estados asociados en el Este de Europa, como Polonia y Rumania.

Rusia exige que la OTAN cese su expansión hacia el Este de Europa, en dirección de la frontera rusa, y garantías de que la alianza no aceptará la membresía de Ucrania. La OTAN ya ha respondido que no está dispuesta a aceptar esas exigencias, pero que está lista a discutir con Rusia asuntos de seguridad continental.

Stoltenberg dijo que había escrito una carta al ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, instando al gobierno ruso a reanudar el diálogo. Países europeos han establecido puentes directos de contacto con el presidente ruso, Vladimir Putin, como Emmanuel Macron, presidente de Francia.

En tanto, Rusia ha mantenido su concentración de tropas y armamento en las proximidades de su frontera con Ucrania. Las fuerzas armadas de Rusia y Bielorrusia iniciaron ayer los ejercicios militares conjuntos, que se llevan a cabo en territorio bielorruso, informó el Ministerio ruso de Defensa. "El 10 de febrero en los polígonos de las fuerzas armadas de Bielorrusia comenzaron los ejercicios militares conjuntos "Determinación aliada-2022", en el marco de la inspección de las fuerzas de reacción de la Unión Estatal (ruso-bielorrusa)", señala un comunicado.

Tras la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) Ucrania obtuvo su independencia en 1991. La región era estratégica para la URSS por la zona portuaria en el Mar Negro. Además, el vínculo histórico entre Ucrania y Rusia también juega un papel clave. El pueblo Rus se estableció en lo que hoy es Ucrania y fundaron en Kiev el primer gran centro Rus. Putin reivindica este vínculo asegurando que una "verdadera soberanía de Ucrania sólo es posible en asociación con Rusia". Moscú considera que el creciente apoyo a Ucrania por parte de la OTAN (en términos de armamento, entrenamiento y personal) es una amenaza para su propia seguridad.