La erupción no cesa y ya son ocho días: la lava del volcán Cumbre Vieja, de La Palma, se halla a menos de 300 metros del mar. En las últimas horas, volvieron fuerte las erupciones, luego de un par de horas de calma. 

Por eso, los habitantes de la costa sur de la isla debieron cerrar abandonar la zona, ante la pronta llegada de las coladas de lava al Atlántico creando una nueva situación de peligro, por los gases que se liberan en ese momento. 

Matt Pankhurst, experto del Instituto de Vulcanología de Canarias, señaló: "Una vez que la lava comienza a interactuar con el agua del mar pueden ocurrir varias cosas. Tienes algo que es extremadamente caliente interactuando con algo que es comparativamente muy frío y lo que hace es congelar la lava y la convierte en una roca y eso puede ser un proceso explosivo". 

Por otro lado, ha informado el **Servicio de Gestión de Emergencias** Copernicus, unos 600 inmuebles han sido demolidos y 258 resultaron totalmente cubiertas por lava. Además, unos 21 kilómetros de rutas han quedado completamente destruidas. 

Hasta ahora, la lava ha sobrepasado la zona de Todo que destruyendo varios edificios y se sigue de cerca su recorrido hacia la zona costera de Tazacorte, donde hubo nuevos temblores similares a los que se produjeron antes de la actual erupción. 

Sin embargo, no solo en el este de la isla se notan los efectos del volcán Cumbre Vieja, los habitantes de las zonas más alejadas limpian a diario gruesas capas de ceniza que se depositan en sus calles y casas. La nube de polvo podría dirigirse a la cercana isla de Tenerife. 

(Fuente: Dw, Euronews, Youtube).