El líder opositor Leopoldo López reapareció este jueves en público y declaró ante los medios en las puertas de la residencia del embajador español en Venezuela, Jesús Silva, luego de que un tribunal de Caracas ordenara su captura tras haber burlado el martes el arresto domiciliario.

"Durante más de tres semanas tuve reuniones en mi casa, con comandantes, generales, representantes de distintos componentes de las fuerzas armadas. Se comprometieron a contribuir con el cese de la usurpación", reveló.

En ese sentido, recordó que en los últimos cincos años, y sobre todo en los primeros tres y medio de detención en la cárcel militar de Ramo Verde, las únicas personas con las que convivió eran militares: "Conozco el mundo militar, conozco su sentimiento. Sé que se sienten impotentes de ver niños comiendo de la basura, y que después de años de carrera no poder garantizarle las medicinas a sus hijos".

Desde la embajada española, le envió un mensaje directo a los uniformados que aún no se sublevaron: "Ustedes son parte fundamental de esta lucha, no están solos". "Va a venir más movimiento del sector militar; esta dictadura se va a acabar".

Pese a que desde el chavismo aseguraron que derrotaron un intento de alzamiento militar, López aseguró que "lo del martes es parte de un proceso": "Es una grieta que se abrió, se va a convertir en una grieta más grande, que va a romper el dique".

"Había mucha gente en conocimiento de lo que estaba pasando. Siempre se planteó como un primer paso, que tuvo un gran impacto", agregó el líder de Voluntad Popular, sobre el inicio de la fase final de la "Operación Libertad" que lanzó el martes 30 de abril Juan Guaidó, con el apoyo de un grupo de agentes de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

"Un grupo importante de hombres y mujeres dejaron de lado el miedo, y se pusieron del lado de la Constitución. Estoy convencido de que vamos a lograr el cese de la usurpación, estamos más cerca", aseveró el líder opositor.

El líder opositor afirmó que "la dictadura se va a acabar" y aseguró que no tiene miedo de volver a la cárcel. "Estuve dos años aislados, sufriendo tortura. La cárcel es un infierno, yo no quiero volver, pero tampoco le tengo miedo, estén seguros, como no le tengo miedo a Maduro", afirmó.