Las lluvias torrenciales que asolaron las sierras de Brasil, que causaron al menos 710 muertos, han dejado un número creciente de niños huérfanos y extraviados que reciben la atención de psicólogos y el juzgado de menores de edad.

En el ingreso al gimnasio "Pedrao", de Teresópolis, fue colocada una lista con los niños que se encuentran "solos", entre quienes hay huérfanos confirmados y pequeños que huyeron de la zona del desastre y desconocen el paradero de sus padres, explicó la jueza Inés Joaquina Coutinho.

Titular del juzgado de la infancia y la juventud, Coutinho declaró que ha recibido varios pedidos de "familias que quieren adoptar" a los pequeños, pero el trámite sólo puede ser iniciado cuando se haya confirmado que éstos perdieron a sus progenitores.

Cientos de personas continuaban ayer albergadas en el centro deportivo del Teresópolis, donde psicólogos y voluntarios buscan dar cobijo a los pequeños que llegaron allí sin sus familias.

Uno de los casos estremecedores es el de una niña de 13 años que se identificó como Jessica, quien llegó al gimnasio Pedrao junto a su hermano Rafael, de 11, y explicó que sus padres no pudieron salir de una zona conocida como Barra, en las afueras de Teresópolis, y pidió la ayuda de equipos de socorro para buscarlos.

En tanto el juzgado de Menores se instaló este lunes en un gimnasio del centro de Teresópolis, una de las ciudades más afectadas por la tragedia de la sierra de Río de Janeiro, para intentar encontrar casas y parientes de los niños que perdieron a sus familiares directos.

"Estamos dando preferencia para que los reciban personas conocidas, amigos, vecinos o familiares de ese niño -que ya está pasando por un trauma muy grande", dijo Lucilia Veiga, empleada del juzgado de menores.

El juzgado de menores no procederá a organizar adopciones, aseguró la responsable. "Los niños que perdieron a sus padres serán localizados y encaminados a abrigos especializados" y sólo entrarán en el sistema nacional de adopción una vez confirmado que no tienen familias, informó en una nota la juez local Inés Joaquina Coutinho, ante rumores de que podría haber adopciones inmediatas.

El juzgado no tiene cifras sobre la cantidad de niños que quedaron huérfanos. "El número de víctimas es demasiado grande, el número de abrigos improvisados también", dijo la responsable, aunque afirmó que por ahora, todos los niños que encontraron "tienen algún pariente o alguien cercano" que sobrevivió.

Por otra parte se informó que muchos de los muertos son niños.

En este marco fue dado da alta ayer Nicolás, de 6 meses, y su padre Wellington da Silva Guimaraes, quienes fueron rescatados luego de pasar 15 horas atrapados bajo el barro que destruyó su casa. La madre y la abuela del pequeño Nicolás continuaban desaparecidas.

En tanto ayer, mientras las tareas de rescate continuaban, el Banco Mundial anunció una línea de crédito por 485 millones de dólares para programas que atienden a las víctimas del temporal.