La Organización Mundial de la Salud (OMS) no tiene constancia por ahora de ninguna muerte vinculada a la variante Ómicron del coronavirus, indicó este viernes uno de sus portavoces en Ginebra.

"No he visto ninguna información sobre muertes vinculadas con Ómicron", dijo Christian Lindmeier, en una rueda de prensa en Ginebra.

Pero teniendo en cuenta que muchos países incrementan sus test para intentar detectar la nueva variante "tendremos seguro más casos, más informaciones y, ojalá que no, posiblemente fallecidos", dijo.

La nueva variante, considerada preocupante por la OMS, fue detectada primero en el sur de África pero desde que las autoridades sudafricanas alertaron al mundo de su descubrimiento, el 24 de noviembre, se han registrado casos de Covid-19 debidos a la nueva variante en unos 30 países en todos los continentes.

Entre ellos hay contagios vinculados con viajes al sur de África, pero también casos de transmisión local.

La OMS considera que la probabilidad de que esta se extienda por todo el mundo es "elevada" aunque hay muchas incógnitas sobre la peligrosidad y la transmisibilidad reales de esta variante.

En tanto, la preocupación sanitaria es tal que varios países alrededor del mundo han reforzado sus restricciones sanitarias. Estados Unidos, por ejemplo, anunció el jueves una campaña de invierno contra el virus, con nuevos requisitos de pruebas para los viajeros y un aumento de los esfuerzos de vacunación.

Instando a la nación -en particular a sus rivales políticos- a unirse detrás de la estrategia, Biden dio a conocer una serie de acciones diseñadas para frenar la propagación en los próximos meses.

Hasta ahora se han confirmado ocho casos de la nueva variante en Estados Unidos, incluidos cinco en Nueva York, anunciados el jueves en la noche por la gobernadora estatal Kathy Hochu, y uno en el estado insular de Hawái en el Pacífico. "Permítanme ser clara: esto no es motivo de alarma. Sabíamos que esta variante vendría y tenemos las herramientas para detener la propagación", señaló Hochul.

Las medidas incluyen el requisito de que todos los viajeros internacionales entrantes se sometan a una prueba un día antes de volar.

Esto se aplicará a todos los viajeros, tanto estadounidenses como extranjeros, independientemente de su estado de vacunación.

Para los viajeros nacionales, Biden anunciará la ampliación de la obligación de utilizar mascarillas en los aviones, trenes y otros medios de transporte público hasta mediados de marzo.

La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo a los periodistas que las pruebas y los requisitos de vacunación podrían añadirse eventualmente también a los vuelos nacionales.

Fuente: Ámbito