Buenos Aires, 2 de diciembre.- "Desde hace 89 años, los presidentes estadounidenses se reunen para iluminar el árbol de Navidad nacional", señaló Obama frente a varios millares de personas que se congregaron en el Elipse, el parque situado en la Casa Blanca, en cuyo centro reina un abeto. "Este año es especial. Tenemos un árbol nuevo", destacó.

El abeto procedente de Colorado de más de 12 metros de altura que se había usado durante los últimos 32 años se partió en febrero pasado a causa de los fuertes vientos y tuvo que ser sustituido por otro, originario de Nueva Jersey, de casi 8 metros. "Esta tradición es mucho más importante que un árbol", aseguró el presidente. "En esta época de fiestas, insistimos de nuevo en los lazos que nos unen, como miembros de una misma familia, como vecinos, como estadounidenses, cualquiera que sea nuestro color, nuestra creencia o nuestra fe. Recordemos que somos una familia", añadió.

Su esposa Michelle y sus hijas Sasha y Malia, así como Marian Robinson, madre de Obama, que el presidente calificó como la "abuela al mando", presionaron entonces el botón para iluminar las decoraciones del árbol, animados por los gritos de la multitud. "Es un nuevo árbol. No es tan grande como el anterior, va a llevar tiempo antes de que crezca. Pero lo vamos a llenar de espíritu y a comenzar ahora mismo con una nueva tradición", sostuvo.

Michelle se animó a leer un cuento navideño con el muñeco Kermit the frog (conocido como la rana Gustavo o la rana René), ante la atenta mirada de su marido y de las dos niñas. La ceremonia también estuvo animada por Papá Noel y por las actuaciones de Big Time Rush y Black Eyed Peas, entre otros, a quienes Obama se sumó para entonar un villancico (video).

Fotos, cartas y medallas militares iluminan este año la decoración navideña de la Casa Blanca, que incluye además réplicas de la mascota familiar, el perro Bo, hechas con botones y bolsas de basura.