Una jueza de Brasil prohibió ayer al gobierno de Jair Bolsonaro celebrar en forma oficial actos reivindicatorios por el aniversario 55 del golpe militar del 31 de marzo de 1964, que instaló una dictadura de 21 años, régimen que es reivindicado por el jefe de Estado.


La decisión de la magistrada Ivani Silva Luz considera ilegal reivindicar un quiebre constitucional y se conoció poco después de que la ONU condenara la decisión del gobierno de exhibir en los cuarteles una narrativa positiva para justificar el derrocamiento del presidente constitucional y laborista Joao Goulart.


‘El acto impugnado no es compatible con el proceso de reconstrucción democrática establecido en la Constitución Federal de 1988 y se aleja del ideario de reconciliación de la sociedad‘, dice la jueza en una decisión cautelar a pedido de la Defensoría del Pueblo. De este modo, la jueza determinó que no puede haber celebraciones este fin de semana en los cuarteles, orientadas por Bolsonaro, un excapitán defensor de la dictadura. Desde Ginebra, un relator de la ONU consideró ayer ‘de una gravedad inaceptable‘ la reivindicación del golpe que dejó 8.434 muertos o desaparecidos.