¿Honradez? ‘No necesito un cargo o fueros; siempre honré mi nombre‘, dijo Temer en un pronunciamiento en el que expresó su disposición a permanecer en el puesto.

El presidente de Brasil, Michel Temer, negó ayer la renuncia al cargo en medio de la mayor crisis de su gobierno, originada por grabaciones de supuestas negociaciones por sobornos, por las cuales fue abierta una investigación sobre su conducta en la Corte Suprema.


El Tribunal Supremo de Brasil autorizó ayer la investigación contra Temer, objeto de una denuncia por intentar comprar el silencio de un influyente diputado que se encuentra preso.

El magistrado Edson Fachin, instructor del caso Petrobras en el Supremo, dio luz verde al pedido realizado por la Procuraduría General de la República, por lo que Temer pasa a ser formalmente investigado en el marco de la operación ‘Lava Jato’ (Lavadero de Autos).


El caso se desprende de una investigación de lavado de activos en un lavadero de autos que no parecía de gran escala. Sin embargo, el caso llevó a descubrir un millonario esquema de sobornos con eje en la petrolera estatal Petrobras.


Como parte de una investigación de la policía, en 2014, sobre una agencia de cambio de dinero ilegal en un lavadero de autos (‘Lava Jato’, en portugués) se descubre en Brasilia un multimillonario esquema de sobornos y lavado que tenía como eje a la petrolera estatal, Petrobras. Las principales constructoras del país (entre ellas Odebrecht) pagaban coimas a directivos de Petrobras a cambio de contratos con la petrolera y otras empresas estatales.


El nuevo escándalo que sacude Brasil estalló en la noche del pasado miércoles, cuando el diario O Globo reveló la existencia de unas grabaciones que apuntan a que Temer dio el aval para comprar el silencio del expresidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, preso por corrupción. Cunha fue el principal artífice del proceso destituyente contra Dilma Rousseff, a quien sucedió Michel Temer en la Presidencia.


Según O Globo, Temer fue grabado por Joesley Batista, uno de los dueños del gigante cárnico JBS, avalando comprar el silencio de Cunha, en prisión por participar en la trama de corrupción en Petrobras.


La noticia de O Globo es una filtración de un supuesto acuerdo de colaboración con la Justicia por parte de Joesley Batista y su hermano Wesley, dueños de JBS, una de las principales ‘donantes‘ de fondos en las campañas electorales en Brasil. En una de las conversaciones, según las filmaciones de marzo pasado citadas por O Globo, Temer es informado por Wesley Batista que le estaba pagando a Cunha y al lobista Lucio Funaro, presos en la Operación Lava Jato, para que permanezcan callados y no entreguen a nadie.

‘Hay que seguir haciendo eso‘, dice Temer en la grabación revelada. ‘No renunciaré. Repito.

No renunciaré y exijo un esclarecimiento pleno de todo‘‘, declaró ayer Temer desde el Palacio Presidencial.

Bolsa, en baja

La bolsa de Sao Paulo se hundió en Brasil. En la apertura, el índice Bovespa de la plaza de paulista llegó a suspender las operaciones debido a una caída de más del 10% y terminó la jornada con una baja del 8,80%.


Tomaron las calles

Con gritos de ‘Fuera Temer‘, miles de brasileños tomaron ayer las calles de una decena de ciudades del país para pedir elecciones y exigir la renuncia de su presidente.


Miles de personas se manifestaron en al menos diez ciudades, siendo las principales protestas en Río de Janeiro, Sao Paulo y en la capital, Brasilia, en medio de fuertes operativos de seguridad.


En la capital fluminense, se juntaron unas 2.000 personas en una de las principales arterias de la ciudad, para pedir, además del fin del Gobierno, elecciones directas. ‘Fuera Temer‘, ‘Ningún derecho menos‘, ‘Elecciones directas ya‘, fueron algunos de los carteles que portaron en Río de Janeiro. La Policía reprimió con gases lacrimógenos y balas de goma.


En Sao Paulo, como ya ocurrió en la víspera, centenas de personas volvieron a ocupar la Avenida Paulista, en el corazón financiero. En Brasilia, miles de manifestantes intentaron rodear el Palacio de Planalto, pero los gritos contra el presidente Temer apenas llegaron a los despachos de la sede del Gobierno brasileño debido al perímetro de seguridad que implantó la Policía.