Mauricio Claver-Carone se convirtió en el primer titular estadounidense en presidir el organismo crediticio.
Mauricio Claver-Carone, el nominado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para dirigir la principal institución financiera de América latina, fue electo ayer presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y se convirtió en el primer estadounidense que lo encabeza en sus 61 años de historia.

Los 48 gobernadores de la entidad se reunieron de manera remota para escoger al sucesor del colombiano Luis Alberto Moreno -quien concluye su tercer período consecutivo al frente del organismo-, que por primera vez en la historia del BID no será un latinoamericano. Argentina quedó frustrada ya que una mala lectura al lanzarse a una cruzada "antiimperialista" contra el candidato de los Estados Unidos es no ver que, como dijo el propio Claver Carone -profundamente anti castrista y antichavista- EEUU quiere convertir al BID en un peso pesado financiero para contrarrestar la influencia de China. Argentina hoy es la "niña mimada" de Beijing.

Argentina tiene el 11% del capital del BID y el 33% de sus funcionarios, además de un paquete de préstamos aprobados por US$ 9.206 millones de los que restan desembolsar unos US$ 4.000 millones y Alberto Fernández pretendía poner a su candidato, Gustavo Béliz, al frente de la entidad. Pero fracasó en el intento por falta de apoyo y quedó en off side

frente a Trump y ahora cruza los dedos para que el demócrata, Joe Biden, gane las elecciones de noviembre y se convierta en el nuevo presidente de EEUU para cambiar su suerte.

Claver-Carone, actual director de Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo Nacional de Seguridad de EEUU, será el quinto presidente en la historia del BID, luego del chileno Felipe Herrera (1960-71), el mexicano Antonio Ortiz Mena (1971-88), el uruguayo Enrique Iglesias (1988-2005) y Moreno (desde 2005).

Como presidente estará a cargo de las operaciones del Grupo BID, formado por el propio BID y las divisiones BID Invest (de asistencia al sector privado) y BID Lab (laboratorio de innovación).

El BID no precisó el resultado de la votación pero recordó que para ser consagrado presidente, un candidato debe ser votado por la mayoría absoluta de la totalidad de los votos de los 48 países miembros y al menos 15 de los 28 países de la región, incluidos Canadá y EEUU. Claver-Carone llegó a la votación como el único candidato, después de que EEUU, el principal accionista del BID, rompiera una regla no escrita que rigió a lo largo de las seis décadas de vida de la institución con sede en Washington, según la cual un latinoamericano ejercía la presidencia, secundado por un estadounidense.