El 43,5% de los niños y niñas de Perú entre 6 y 35 meses tuvo anemia en 2018 y el 12,2% de los menores de 5 años padeció desnutrición crónica, según reveló ayer la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).


La anemia, que consiste en una baja concentración de hemoglobina en la sangre que afecta el desarrollo de la niña o niño, se redujo en 2,9 puntos porcentuales en cinco años y la desnutrición crónica infantil lo hizo en 5,3 puntos porcentuales en el mismo período de tiempo. La anemia leve disminuyó en el último año de 27,8% a 27,5 %, la anemia moderada aumentó de 15,5% a 15,8% y la anemia bajó de 0,4% a 0,2 %.


En el primer semestre de 2018, la anemia alcanzó el 46,1% y luego en el segundo semestre se redujo hasta el 41,1% gracias a las grandes campañas emprendidas por el Gobierno para rebajar estos niveles.


En el área rural, la anemia afectó a más de la mitad de los niños y niñas de entre 6 y 36 meses (50,9%) mientras que la desnutrición crónica estuvo presente en el 25,7% de los menores de 5 años. En las áreas urbanas los valores fueron menores, con la anemia en el 40,9% de los niños y niñas y la desnutrición crónica en el 7,3% de los infantes. Las regiones con mayores índices anemia fueron la sureña Puno (67,7%), en la frontera con Bolivia; la andina Pasco (58,7%), en el centro del país; y la amazónica Loreto (57,4%), fronteriza con Brasil, Colombia y Ecuador.


Asimismo, los departamentos con menor tasa de anemia fueron Cajamarca (31,9%), en el norte de los Andes peruanos; y las sureñas Moquegua (33,9%) y Tacna (34,9%). Respecto a la desnutrición infantil, los valores más altos se encontraron en la región andina de Huancavelica, con 32%.