Un suicida a bordo de un vehículo cargado de explosivos mató hoy a 67 personas en un cuartel militar en Gao (norte de Mali), en el peor atentado que sufre el país en los últimos años y que pone de nuevo de manifiesto la fragilidad del país. 

El ataque, que provocó también un centenar de heridos, fue perpetrado por la mañana por un suicida que detonó la carga explosiva que llevaba a bordo del coche con el que accedió al cuartel.

En el campamento se encontraban en ese momento unos 600 combatientes del ejército y de las milicias tuaregs, a punto de salir en las nuevas ‘patrullas conjuntas‘ para estabilizar la región de Gao. Ningún grupo ha reivindicado hasta el momento el atentado, aunque el ‘modus operandi‘ se asemeja al de los distintos grupos yihadistas que operan en Mali y acosan constantemente al ejército nacional y a la misión de la ONU (Minusma).
   

No hay todavía una cifra oficial de víctimas, pero fuentes médicas y militares coincidieron en la cifra de 67 muertos.