Un fuerte terremoto de magnitud 7,6 sacudió anoche a Honduras y el Caribe, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, en sus siglas en inglés). Por el momento no hay informes sobre víctimas ni daños materiales como consecuencia del sismo, que se sintió con distinta intensidad en ocho países.

El temblor, que se inició en el mar a 44 kilómetros de la isla hondureña de Gran Cisne y a 10 kilómetros de profundidad, hizo que el Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico lanzase el aviso por riesgo de maremoto en la región, que desactivó dos horas después.

El mar se alejó un aproximado de 3 a 5 metros de las playas El Malecón, Puerto Barrios.

El terremoto, que afectó principalmente a los países de Centroamérica, especialmente Honduras, se  registró sobre las 20.50 (hora local, 3.50 en la España peninsular). El presidente electo de Honduras, Juan Orlando Hernández, informó que se activó el sistema de emergencias en todo el país y llamó a mantener la calma.

Aparentemente el epicentro del terremoto está alejado de centros urbanos. Hasta el momento, las autoridades del país no han dado detalles de los daños causados por el terremoto, que también se sintió en México, en el Estado de Quintana Roo; Costa Rica, Guatemala, Panamá, Belice, Cuba y El Salvador.

La intensidad del sismo propició que se activase la alerta por tsunami, posteriormente levantada, en los países centroamericanos, así como en la Islas Caimán, San Andrés y Providencia (Colombia), Jamaica y Cuba, entre otros. "La alerta o advertencia de tsunami emitidas por el Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico en relación con el terremoto que ha tenido lugar al norte de Honduras ha sido cancelada", ha informado el Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico en su página web.

Asimismo, recomendó permanecer "alerta en las zonas costeras" de manera "normal" y destacó que "no es necesario poner en marcha ningún tipo de medida extraordinaria" en dichas zonas. Las autoridades mexicanas han avisado de que se puede registrar un aumento del oleaje de entre 30 centímetros y un metros, "lo que no representa ningún peligro para la población".