Buenos Aires, 8 de diciembre.- Todo comenzó a las 7:15, cuando el estudiante de la Universidad Tecnológica de Virginia entró al cuarto de su ex novia y le disparó a ella y a su nueva pareja, matándolos a ambos en el acto, según comentaron entonces estudiantes y compañeros de la casa de altos estudios norteamericana, donde en abril de 2007 murieron 32 personas entre alumnos y profesores, incluyendo al asesino.

El asesino, Seung-hui-Cho, un estudiante de 23 años surcoreano, llevó ese día dos armas 9 milímetros y una gran cantidad de municiones, según detallaron los testigos.

Dos horas después reapareció y comenzó a disparar a mansalva en otro de los edificios en el campus de la tecnológica y entró en diversas aulas disparando en reiteradas ocasiones.

En 2005 Cho había sido declarado una persona "mentalmente enferma y con necesidad de hospitalización", según documentos judiciales. Un juez le ordenó someterse a tratamiento ambulatorio.

Sin embargo, ni el tribunal ni las autoridades de salud mental de su comunidad hicieron un seguimiento para ver si cumplía con la orden del magistrado, y Cho no recibió el tratamiento.