Miles de manifestantes chocaron ayer con la policía y rompieron ventanas en el centro de Londres, mientras decenas de miles de británicos marchaban contra los recortes anunciados por el Gobierno, en la considerada mayor protesta convocada en esta capital desde la marcha del 2003 contra la guerra de Irak.

Tras esta multitudinaria manifestación, según informó a Efe un portavoz de la Policía Metropolitana de Londres, 9 personas fueron detenidas y 24 resultaron heridas, de las que 7 tuvieron que ser hospitalizadas, pero no pudo precisar si entre los heridos había agentes del orden.

Esta manifestación fue organizada por la confederación sindical británica Trade Union Congress (TUC) para protestar contra los recortes en el gasto público, el aumento del desempleo, las alzas de impuestos y las reformas a las pensiones. En este marco, los líderes sindicales y los medios locales informaron que entre 250.000 y 400.000 personas participaron de la medida de fuerza.

Además informaron que los participantes, enfermeras, miembros del Servicio Nacional de Salud, empleados del sector público, estudiantes y jubilados, procedían de distintos puntos del país, por lo que las fuerzas del orden dispusieron, en las calles de Londres, a unos 4.500 agentes de policía.

La multitud comenzó a desplazarse poco antes del mediodía local, pasando por el Parlamento y la residencia del primer ministro, David Cameron, hacia Hyde Park (uno de los parques más grandes en Londres) donde en las primeras horas de la tarde estaba previsto un acto. Un poco después, la policía y un pequeño grupo de manifestantes chocaron en la céntrica calle Oxford Street, frente al negocio de vestimenta Topshop. Protestaron frente a esta cadena, ya que fue acusada por varias organizaciones no gubernamentales de no pagar suficientes impuestos y usar para beneficio propio toda fisura abierta por el sistema fiscal británico.

Más tarde otros integrantes de la protesta, vestidos de negro y enmascarados, comenzaron a arrojaron pintura a la policía. Además lanzaron bengalas y granadas de humo e irrumpieron en una sucursal del banco HSBC en el centro de la capital. También destrozaron vidrieras de numeroso locales comerciales, como es el caso de la tienda Fortnum & Mason, famosa por vender el tradicional té inglés, donde varios jóvenes accedieron al techo del escaparate. Otros arrojaron objetos al Hotel Ritz, mientras que un grupo arrastraba un modelo gigante de un Caballo de Troya para quemarlo.

El gobierno de coalición de Cameron está llevando adelante un programa de reducción de deuda para eliminar virtualmente en el 2015 el déficit de presupuesto, que ahora llega al 10% del PBI. Por esto dispuso recortes presupuestarios de 80.000 millones de libras (130.000 millones de dólares) en su intento de controlar el déficit.

Sin embargo, los sindicatos y los laboristas argumentan que las medidas han ido demasiado lejos, muy rápido, y causan miseria a millones de británicos en momentos en que el desempleo llega a su peor nivel desde 1994.