Con el triunfo de los partidos republicanos en las elecciones municipales del domingo 12 de abril de 1931, España festejaba la llegada de la democracia al gestarse la constitución de la Segunda República Española. Ese proceso siguió con la abdicación de Alfonso XIII y su exilio, y terminó con la Guerra Civil y el triunfo del general Francisco Franco en 1939.

A comienzos de 1931 nada parecía indicar que España cambiaría su centenaria monarquía por un régimen democrático, basado en el juego de partidos políticos de ideas progresistas y hasta revolucionarias.

El país peninsular venía de una dictadura militar encabezada por el general Miguel Primo de Rivera, paladín de la invasión colonial a Marruecos, quien desde 1925 había gobernado con mano firme en función de acallar el creciente descontento popular ante la monarquía borbónica.

Pero factores como el desastre colonial, la crisis económica a raíz del quiebre del capitalismo en 1929 (el crack de la bolsa de valores en Wall Street), el auge de los movimientos populares republicanos, anarquistas e izquierdistas y el debilitamiento de la derecha por su división en varias facciones (monárquicos, liberales y fascistas, entre otras), llevó a la renuncia de Primo de Rivera en 1930. El rey entonces, asesorado por el Conde de Romanones, convocó a elecciones municipales con el objetivo de legitimar su reinado.

Los partidos republicanos y de izquierda, dándose cuenta de la oportunidad histórica que se les presentaba, firmaron el Pacto de San Sebastián, llamado así por haber sido firmado en la ciudad vasca, mediante el cual formaron un comité revolucionario, presidido por el dirigente liberal Niceto Alcalá Zamora, y comprometiéndose a establecer una República basada en la libertad religiosa y política y el respeto a las autonomías.

El 12 de abril de 1931, los españoles acudieron a las urnas para escoger 81 mil concejales en todo el territorio. Horas más tarde, los resultados parciales arrojaron 22.150 concejales monárquicos, y 5.875 concejales para las diferentes iniciativas republicanas, quedando 52.000 puestos sin determinar.

Sin embargo, a pesar del aparente mayor número de concejales monárquicos, los resultados reflejaban una clara derrota de la Corona especialmente en las grandes ciudades, pues los candidatos republicanos habían triunfado en 41 capitales de provincia. En Madrid, los concejales republicanos triplicaban a los monárquicos, y en Barcelona los cuadruplicaban.

El 13 de abril fue una gran celebración popular ya que en varias ciudades izaron las primeras banderas tricolores, de franjas horizontales: roja, amarilla y morada. El 14 de abril fue la fecha de la proclamación del sistema republicano como forma de organización del Estado en sustitución de la monarquía.

Aunque entre 1873 y 1874 hubo otro periodo republicano, conocido como Primera República Española, durante el ciclo iniciado en 1931 surgió la primera constitución democrática de España, en una época en la que se llevaron a cabo diversas reformas, como la agraria y la educativa.

Según recordó hace días Carmen Negrín, nieta de Juan Negrín, el último presidente del Gobierno de la II República española, hace 80 años las mujeres obtuvieron en España el derecho al voto "mucho antes que en Francia", entre

otros progresos que acompañaron la llegada de la democracia en 1931, ya que la República significó "tratar como adultos" a los ciudadanos.

Sin embargo, en 1936 creció un clima de tensión entre las fuerzas sociales y políticas, sumado al asesinato de destacados políticos opositores al gobierno. En 1936, el golpe de Estado de una parte del ejército con el apoyo de amplios sectores sociales ligados a la derecha desembocó en la Guerra Civil Española (que se extendió hasta 1939) y el fin de la república.