La visión de la empresa respecto a su filosofía, metas y políticas, en el marco de la sociedad, ha ido transformándose en la última década. El factor fundamental para este cambio está relacionado con el mayor protagonismo de los consumidores, y la fuerza trascendente que opera desde el mercado. En esta era los productos y sus responsables, son sujetos a un control exhaustivo continuo en función de valores que van más allá de la calidad y eficiencia.

En este criterio interviene de manera sustancial un nuevo concepto que prevé y atiende no solo las necesidades propias de un producto o servicio con más ética. El nivel de compromiso de la Empresa con la sociedad es fundamental, siendo ponderado cada vez con mayor incidencia en las expectativas de los consumidores.

El nuevo concepto interpreta la estrecha relación del éxito de sus negocios con la percepción del cliente según el grado de compromiso social. La RSE (Responsabilidad Social Empresaria): una moda, simple filantropía o un modo de gestionar. Encontramos empresarios que piensan que son responsables porque cumplen con las leyes. Tampoco se trata de una nueva estrategia de marketing. La RSE es un compromiso voluntario estable, que asume en la actividad integral de la empresa como una nueva estrategia de negocios. Se trata de las muchas maneras en que se desarrolla la relación de una empresa con el mundo que lo circunda. Tiene que ver con todos los grupos de gestión: accionistas, empleados, clientes, proveedores, dueños, entre otros, cuya relación debe ser auténtica, abierta, honesta y franca. Una empresa responsable no solamente tiene como fin la meta "es el precio de hacer negocios", sino que también, "a ver qué podemos hacer para ayudar". La responsabilidad empresarial es más que nada una actitud que se traduce en un comportamiento visible.

Compromiso con la Comunidad

El Compromiso con la Comunidad se refiere a las diferentes acciones tomadas por la empresa para maximizar el impacto de sus contribuciones en dinero, tiempo, productos, servicios, influencias, administración del conocimiento y otros recursos que dirige hacia las comunidades en las cuales opera. Cuando estas iniciativas se diseñan y ejecutan en forma programada y estratégicamente, no sólo se entrega un valor agregado a los receptores, sino que además estas iniciativas refuerzan la reputación de las empresas, sus marcas y productos en las comunidades locales donde ellas tienen intereses comerciales así como en el resto del mundo. Los esfuerzos de las empresas están siendo motivados por los beneficios económicos que conlleva un mayor compromiso con la sociedad. Esto incluye el incremento de las ventas, mejora en la moral de los empleados, refuerza la habilidad de competir en el mercado regional, como consecuencia de empleados calificados y el ser un "vecino predilecto" de la comunidad. Muchas empresas también reconocen la oportunidad y necesidad de destinar recursos privados hacia problemas sociales particulares, supliendo el rol del gobierno en distintas áreas.