Buscando una oportunidad, el ingeniero electromecánico Juan Pablo Herrera (primero) y su esposa, la licenciada en sistemas Marta Oviedo (seis meses después) partieron en el año 2005 a Barcelona. Un familiar que ya residía allí los ayudó y fácilmente se adaptaron a una nueva vida que incluía desde la posibilidad de vivir de sus profesiones hasta la opción de incorporar nuevas rutinas como por ejemplo, la clasificación en casa de los desechos o el aprovechar los electrodomésticos en condiciones que las familias sacan a la puerta de casa casa una vez que los renuevan, algo más que habitual en esa ciudad española y una rareza para los argentinos.
Si bien la experiencia en España fue super positiva, el eterno sentirse en situación de extranjeros, entre otras razones, los hizo volver a la provincia. Así es que hace dos años armaron las valijas no solo con sus pertenencias y los nuevos hábitos sino también con esperanza de llevar adelante un proyecto laboral innovador a partir de lo aprendido, el que empezaron a concretar con a partir de una máquina de coser industrial que les facilitó el Ministerio de Desarrollo Humano.
"En España nos volvimos fanáticos de los museos, del arte moderno, del diseño y también de separar la basura. Por eso pensamos en hacer algo que conjugara todo eso, aunque en San Juan aún hoy se viese como raro”, cuenta la pareja que aspira a tener su propia "tienda virtual” donde comercializar los productos de "La maleva”, la marca que dio vida a colecciones de carteras y bolsos para todo tipo de público.
Empezaron con las cámaras de los neumáticos de camiones, ómnibus y tractores. Sin embargo, en el último tiempo se han convertido en materiales imposibles de conseguir. "Ya ni siquiera las gomerías que nos las guardaban, tienen. Había de todo: oxidadas que se podían salvar, muchas emparchadas que son bárbaras porque dan efectos muy lindos. Era un buen material porque cada una tenía diferentes texturas y trama según la marca y según cómo se ha gastado. Desgraciadamente tuvimos que buscar alternativas y se nos ocurrió probar con las lonas de los banners con que se promocionan eventos o productos. Y la verdad es que nos resultó muy bueno. Los bolsos y carteras quedan super originales”, dice estos emprendedores que hicieron un par de cursos para perfeccionarse en el negocio que realizan en sus tiempos libres.
Bajo la misma marca y siempre con el afán de reciclar, ambos también lograron llaveros con placas madre y circuitos, portalápices con teclas y relojes con discos duros de computadora. Interesantes a la vista y para el cuidado del entorno.
