La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) instó ayer a los países reunidos en la cumbre de la ONU de Copenhague a situar la lucha contra la pobreza en el centro de las negociaciones porque considera que el hambre es la primera consecuencia del cambio climático.

"Es urgente que la comunidad internacional se comprometa para que los países más vulnerables puedan emprender estrategias de seguridad alimentaria", afirmó el director general de la FAO, Jacques Diouf.

Por su parte, la ministra danesa de Agricultura, Eva Kjer Hansen, recalcó que la pobreza y el cambio climático son ya los dos "mayores desafíos" de la Humanidad.

La agricultura supone el 14% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero lo que, sumado a la deforestación -con un 17%- otorga al uso de la tierra un tercio del total de las emisiones.

Hansen insistió que la agricultura no debe ser vista únicamente como "parte del problema" del cambio climático sino como una "vía esencial" para su solución.

En su opinión, si se mejoran los métodos agrícolas desde un punto de vista sostenible, también se puede incrementar la productividad y contribuir a combatir el hambre.

Según datos de la ONU, la población mundial pasará de los 6.700 millones de personas actuales a los 9.100 millones en 2050, lo que acarreará una grave "escasez" de alimentos y una mayor competitividad por los recursos naturales, explicó Diouf.

Según la FAO "no puede haber seguridad alimentaria sin seguridad climática", manifestó Hansen.

Gioja, frustrado

El senador sanjuanino César Gioja, que participa en la Cumbre de Copenhague, no pudo ocultar ayer su desazón por el desarrollo del debate por el calentamiento global ya que los países desarrollados no están tan decididos, como se creía, a asumir el compromiso de recortar la emisiones de gases efecto invernadero.

"Las grandes potencias se están pasando la pelota y las ponencias en las 25 comisiones abiertas en la Cumbre se han convertido en foro de acalorados debates sin rumbo", contó a DIARIO DE CUYO.

Gioja teme que de esta cumbre "sólo salgan expresiones de buenos deseos".