Las elecciones legislativas en EEUU confirmaron la influencia del “Tea Party” en la vida política del país, pero sus activistas y legisladores aseguran que fue sólo un primer paso en su lucha para transformar el Gobierno. El movimiento conservador se apuntó ayer importantes victorias con el triunfo de sus candidatos al Senado Rand Paul, por Kentucky, Marco Rubio por Florida y Kelly Ayotte por Nueva Hampshire. La red de organizaciones de base nació como una expresión del descontento popular con la marcha económica del país y en protesta por el elevado gasto público y la indiferencia de Washington hacia los problemas del ciudadano de a pie. Ahora buscan asegurarse de que su mensaje no caiga en el olvido. “Vigilaremos a los congresistas para asegurarnos de que cumplan las promesas con las que ganaron las elecciones”, dijo a Efe Mark Meckler, cofundador del “Tea Party Patriots”, que agrupa a 2.800 organizaciones locales en todo EEUU. El “Tea Party Patriots” ultima los detalles de una macroreunión en Washington con los miembros del nuevo Congreso a mediados de noviembre, en la que varios centenares de organizadores locales se reunirán con los legisladores para hablar sobre las prioridades de Gobierno. Tanto demócratas como republicanos están invitados al encuentro, explicó Meckler. Mientras, el senador republicano de Carolina del Sur Jim DeMint que fue reelegido ayer y es una de las figuras prominentes del “Tea Party” pidió ayer a los simpatizantes del movimiento de base que no olviden a los votantes que los eligieron. Obama reconoció ayer que el resultado de los comicios legislativos demuestra que “la gente está profundamente frustrada” con el ritmo de la economía y aseguró que “como presidente, acepto la responsabilidad en esto”. Mensajes como ese demuestran, en opinión de los expertos consultados por Efe que el mensaje del “Tea Party” se ha escuchado con claridad y afectará la agenda de Gobierno. “Creo que la fuerza del “Tea Party” radica en que hizo que los ciudadanos de pequeñas ciudades de EEUU castigadas duramente por la crisis hicieran oír sus voces olvidadas y eso cazó por sorpresa a los dos bandos políticos”, dijo a Efe Bruce Gronbeck, profesor emérito de la Universidad de Iowa.
