El presidente de EEUU, Barack Obama, promulgó ayer la mayor reforma financiera desde la Gran Depresión que, a su juicio, impedirá rescates de Wall Street con fondos públicos y ofrecerá "las protecciones más fuertes para los consumidores en la historia" del país. "Esta reforma ayudará a fomentar la innovación, no a perjudicarla", dijo Obama frente a empresarios estadounidenses.

Esta ley permite que el Gobierno desmantele a empresas que pongan en peligro a la economía; crea una entidad de protección financiera para consumidores, y aumenta la vigilancia del entramado financiero del país.

Según Obama, la "causa principal" de la recesión fue "el descalabro de nuestro sistema financiero", y la crisis de 2008 fue fruto de la irresponsabilidad de algunos sectores en Wall Street.

El presidente dijo que la reforma promoverá la transparencia y simplicidad en los préstamos y tarjetas de crédito para los consumidores, y agregó que "gracias a esta ley, al pueblo estadounidense jamás se le pedirá de nuevo que pague por los errores de Wall Street.