La Liga Argentina de Vóleibol entró en el momento culmine. Y, para las esperanzas sanjuaninas, en esta parte final, las posibilidades de UPCN son inferiores a las de Bolívar. Eso es innegable. Más todavía si el quinto partido -el que viene, el próximo jueves- tendrá por escenario el estadio del equipo de Tinelli. Es que ahí, Bolívar casi que es invencible. Y justo ahora, cuando se está definiendo la corona, es poco probable que este multicampeón arrugue. Puede que baje su nivel en un partido pero ya al siguiente ajusta tornillos y se vuelve la fortaleza infranqueable que es.

Bolívar es el favorito a ganar el próximo partido y, por ende, a consagrarse campeón. UPCN tendrá que dar el golpe para conseguir el milagro de alargar la serie (la gana 3-1 Bolívar), pero sus posibilidades se reducen a la vez que las matemáticas refuerzan las del rival. Por eso Bolívar tiene sus razones. Que haya conseguido tres títulos seguidos y que se encuentre en la antesala del cuarto no es casualidad. Y la supremacía sobre UPCN tampoco, aunque el equipo sanjuanino le esté dando lucha hasta el último aliento. En el quinto partido seguro volverá a verse otra dura batalla, pero este Bolívar tiene tres patas en las que afirma sus pretensiones…

1 ES MÁS EQUIPO. Tal vez, en un cara a cara, la comparación de Bolívar frente a UPCN resulta por demás pareja. Los bonarenses tienen jugadores de alta categoría, pero los gremiales no se le quedan cortos. La diferencia aparece cuando esa comparación es en el plano global. Bolívar tiene mucho más recambio que UPCN, por ejemplo. El viernes, cuando el técnico Weber notó a Wallace (su principal arma ofensiva) con una merma en su nivel, le echó mano al sanjuanino Federico Pereyra. Y éste respondió al ciento por ciento. Tanto, que se convirtió en la figura del triunfo. Lo mismo pasó con Filardi, quien mejoró ostensiblemente la recepción del equipo bonaerense. Y antes, en el tercer partido, había sacado al notable armador William y mandado a la cancha a Rigante, que también cumplió. UPCN, en cambio, tiene a Patti o Toro como la variante que le rindió cuando Armoa los utilizó por separado pero el resto no alcanza el poder de ataque que tienen los titulares, especialmente por su juventud.

2 TIENE MÁS VARIANTES. Armoa, el DT de UPCN, había dejado en claro que las chances de su equipo se basaban en mejorar el bloqueo. Cierto por completo. Hasta tanto llegó eso que el jueves el Gremial logró un bloqueo casi perfecto y le terminó ganando a Bolívar. Pero el visitante se las arregló el viernes para buscarle diversidad de variantes a su ataque y UPCN sucumbió porque sintió el esfuerzo físico de neutralizar esa ofensiva diversa.

3 ES EQUILIBRADO. Tanto táctica como anímicamente. La orden y concentración de Bolívar son sus banderas. Por las puntas Wallace, en su mejor nivel, es intratable. Por el medio, el Caño Spajic hace pesar su experiencia y mete los estiletazos justos. Además, el equipo daña con su saque ofensivo y por momentos aparece exultante en su bloqueo. A todo eso lo acompaña con un espíritu ganador. Difícil de romper esa homogeneidad.