Por primera vez y en la previa a la puesta en producción formal de la mina calingastina Casposo, cuatro miembros de la comunidad participaron de un monitoreo participativo para verificar la calidad del agua que abastece las operaciones. Efectuado a fines de septiembre, participaron de este control ambiental dos docentes, una periodista y un vecino de Calingasta, quienes fueron seleccionados tras una convocatoria que se efectuó por medios radiales del lugar y por ser considerados como miembros representativos de la comunidad.
Antes de la extracción de las muestras, los participantes recibieron una charla informativa en la oficina de Relaciones Comunitarias de Troy Resources en el departamento (Troy es la empresa que opera en Casposo), donde el personal de la empresa explicó el Plan de Monitoreo al que se debe dar cumplimiento en el marco de las obligaciones establecidas por la Declaración de Impacto Ambiental (DIA). El encuentro también sirvió para que pudieran volcar sus inquietudes y realizar consultas específicas sobre el resguardo del medioambiente por parte de esta minera.
El monitoreo se efectuó en una etapa posterior, donde los miembros de la comunidad salieron a campo y concretaron la tarea de recolección de muestras. Según Eduardo Machuca, Representante de Troy Resources en San Juan, se efectuaron dos muestras en el Río Castaño (una de ellas aguas arriba y a pedido de los participantes), una en Arroyo de Araya (que corre paralelo al Río Castaño), una en Río Los Patos y dos muestras de aguas subterráneas dentro del proyecto.
Durante las tomas de estas muestras, la gente fue acompañada por representantes de la empresa (Gerente General, Responsable y Asistente del Área Medio Ambiente) y del laboratorio Corplab (Gerente y dos técnicos). El personal del laboratorio, explicó todos los procedimientos normalizados para realizar las tareas, los instrumentos utilizados para las determinaciones de campo, los distintos envases y sus preservantes, medios de conservación, cadena de custodia y brindaron respuesta a las dudas que fueran surgiendo.
En cada sitio de muestreo, mientras dos de los representantes de la comunidad colaboraban con la extracción de agua del lecho del río o los pozos de monitoreo, los otros dos participaban en el registro de los valores arrojados por el equipo multiparamétrico, que permite determinar una serie de parámetros in situ, es decir, en el lugar y al momento de extraerse la muestra.
Una vez obtenidas las muestras, los representantes de la comunidad recorrieron las instalaciones de la mina Casposo como planta de tratamiento, sala de primeros auxilios, laboratorio, comedor y edificio de administración, entre otros. Finalmente los representantes de la comunidad se dirigieron a la ciudad de San Juan para realizar la entrega de las muestras al laboratorio, acompañados por un representante de Troy (Marcio Toro, Técnico del Área Ambiental).
Ya en el laboratorio, los vecinos de Calingasta recibieron información respecto a las normas de calidad certificadas por el laboratorio, y pudieron observar el método y la tecnología involucrada en la determinación de cada analito de interés. Al final del día, se les entregó en mano el protocolo con los resultados obtenidos. “De esta forma la gente se interioriza sobre cómo se hacen estos controles, fue enriquecedor porque incluso ellos desconocían que en San Juan existe un laboratorio capacitado para brindar análisis de alta complejidad”, explicó Juan Carlos Degli Alberti, Gerente General de Corplab San Juan. “Este es el primero de los tantos estudios ambientales que se harán en la zona y que iremos sumando, como los vinculados a la verificación de la calidad del aire, la flora y la fauna”, agregó Eduardo Machuca.
Si bien no hay una fecha específica, el directivo de Troy aseguró que el inicio de producción formal de Casposo se hará antes de fin de año “y estamos trabajando para que así sea”, detalló. Mientras, en el área de operaciones continúan probando los circuitos de proceso.
