Después de hacer poner el grito en el cielo de las instituciones que actúan en defensa de los animales al posar como un pedazo de bife crudo, con el extravagante vestido vacuno -un diseño que acompañó con tacones y accesorios de carne- que lució en los Premios MTV; ahora, le agarró el temor a ser secuestrada por ¿fantasmas? Así es, Lady Gaga gastó la friolera de 35.000 euros en un grupo de cazafantasmas que puedan detectar espectros en los hoteles en los que se aloja.

Equipados con medidores de campo magnético, los técnicos deben revisar las estancias antes del hospedaje de esta confesa creyente en la reencarnación. El mundo está loco…